INCONCIENTE: EFICACIAS CLINICAS. Liliana Donzis.

Tiempo de Lectura: 10 min.

Dos hermanos una niña de doce y un niño de diez, representan ante un público familiar una obra teatral de la cual ellos son los autores. En el primer acto se lamentan ambos personajes lo penoso de la vida miserable y escasa de recursos que llevan. La cabaña a orillas del mar muestra al pescador-niño y su señora anonadados frente a este incierto panorama. Es así que el pescador decide embarcar en su bote y retirarse a lejanos países .La primer escena culmina con una cariñosa despedida.

La segunda escena transcurre con la llegada del marido-hermano-niño que ha hecho fortuna y la trae en una gran bolsa a su hogar.

Le relata a su esposa sus aventuras, muy orgulloso y contento. La esposa niña , no queriendo ser menos le responde llena de orgullo: ”Yo tampoco estuve holgazaneando, ni haciendo fiaca , ..mirá” y abriendo la puerta de la cabaña , le muestra doce niños-todos muñecos- uno al lado del otro. Al llegar a este punto la audiencia familiar rompe a carcajadas.....llenos de asombro los niños actores enmudecieron ante las risas de sus parientes.

Es que la risas, si no lo advirtieron, se producen ante la flagrante ignorancia que demuestran los niños en esta escena acerca de las condiciones necesarias para el nacimiento de los hijos. Creen que una mujer puede vanagloriarse de la descendencia obtenida en la larga ausencia de su marido. Y que además el marido ha de regocijarse ante tal suceso.

Este cuento que Freud relata en El chiste y su relación con el inconsciente en los albores de 1900 hoy podría ser trastocado solo en algunos pequeños datos, cualquier niño de 10 o 12 años conoce con precisión como nace un bebe. No recorrerían grandes caminos para conseguir dinero para su subsistencia apelarían en cualquier escena teatral o de juego a una tarjeta de crédito, en vista a obtener dinero rápido irían a un banco, comprarían acciones en baja y luego las venderían. Imaginarían dejar el oficio de pescador por otro más rentable como cantautor...etc...y seguramente él en la actualidad le solicitaría a la noble esposa que trabaje fuera de la casa aunque pueda correr el riesgo que también lo engañe con otro ...ella le pida el divorcio a causa de que él no cumple con el rol viril que la sociedad reclama...y ya está.!!!!

Recuerdo el caso de un niño que deseaba tener un juego nuevo que no estaba al alcance del dinero disponible por su familia y con una lógica incuestionable soluciona el asunto proponiendo que si no tienen dinero lo compren y paguen con la tarjeta Visa....... Hoy la la edad de los personajes simplemente sería menor que en el relato freudiano, la niña de cuatro y el niño de tres.

En la anécdota contemporánea hay algo que resta invariante, el público se reiría de todas formas ,ya que aquello que los niños han producido basándose en su ignorancia puede calificarse de absurdo o desatinado y esta ignorancia infantil, que tan radicalmente transforma el proceso del oyente, es lo que constituye, Freud dixit, la esencia de la ingenuidad.
La ingenuidad verbal coincide con el chiste en la expresión y el contenido. Difiere en que en la ingenuidad el sujeto no se implica en el verbo, en la palabra ni en la acción .El despertar de lo hilarante se produce en los otros, el público para la ocasión, son quienes encarnan la sanción.

Freud dice que lo ingenuo es el límite del chiste, en lo ingenuo la elaboración que la censura prodiga esta en grado cero. Para que un chiste tenga eficacia es menester que ambas personas estén implicadas en una análoga situación de coerción o resistencia. Censura freudiana que se elastiza por el levantamiento de la represión. Porta al mismo tiempo el aire fresco de un nuevo sentido. Sentido que nos despierta la palabra que sustituye, metaforiza lo que debería estar oculto.

Dicho de otro modo, una representación nueva sustituye a la que queda reprimida, una letra por otra, el chascarrillo, la similicadencia, las homofonías, el desatino, la agresividad enlazan un paso de sentido nuevo.

El sedimento del inconsciente pasó en la producción chistosa a otro estado, luz ante el efecto anonadante de lo imposible.

Luz fulgurante que en el efecto chistoso otorga al sujeto la chance de recuperar el goce de la palabra ante lo real, si sigo bien la expresión que aporta Alain Didier Weill cuando analiza el fenómeno siderante.

Volvamos a la ingenuidad, en ella una sola de las personas está presa de la corrección que la censura ejerce en relación a sexo y muerte y es en ella en quien surge el efecto cómico que despierta a su vez la falta de ilustración sexual de los niños, mientras que la otra está ,si se puede decir así, libre de ella. Freud nos dice entonces que la censura sobre la sexualidad no opera en los niños. Ellos se desnudan y se miran y toquetean con placer pero sin que opere la censura, ni el superyó que puede transformar lo reprimido en humor.

En cambio, en el chiste se posibilita el surgimiento del sujeto, al mismo tiempo que viabiliza la satisfacción de lo pulsional contra un obstáculo, real. Piedra en el camino que la palabra rodea para la extracción de placer con economía de medios, así como también el chiste genera un goce que se había vuelto inasequible.

En el ingenuo lo sexual está escamoteado si aparece se presenta sin reparos y sin connotación sexual. Freud dice que para el niño y para el ingenuo lo sexual se desnuda. No se pone en evidencia aquello que se oculta por acción u omisión.

En lo ingenuo el sujeto está desimplicado pudiendo surgir, reaparecer en el discurso por efecto de la negación que recupera la afirmación primordial. La operación que Freud nombró Verneunung favorece el cambio de posición. El no hace al si de la afirmación y es su correlato operacional.

La ingenuidad se mantiene al precio de un goce inaccesible. En el chiste su carácter lúdico pone en juego la marca del trazo propia de lo simbólico y también sitúa al otro en su calidad de semejante. Lo ingenuo provoca comicidad y risa en el público. El efecto chistoso calza, no solo en el entredos y el entredicho sino en el entre el significante que representa al sujeto para otro significante. Relanzando la palabra despuntada con la chispa del deseo.

Podemos coincidir con Freud que la producción del inconsciente es eficaz, que la hipótesis del inconsciente se verifica como chiste, sueño, lapsus, síntoma.

Aquí toma todo su valor el discurso de la histérica que tiene el mérito de mantener en el discurso la pregunta por lo que constituye la relación sexual, a saber, como un sujeto puede sostenerla o, por el contrario, no puede sostenerla.

Le da la palabra al Otro precisamente como lugar del saber reprimido. Este es el motivo por el cual el saber sexual es algo extraño al sujeto. Revela la relación del discurso amo con el goce, en la medida que el saber ocupa el lugar del goce, producción. La histérica no es sin padre, a diferencia del niño la posición ingenua que en ocasiones reviste se asienta en el objeto a en el lugar del saber. No sabe que sabe no es lo mismo que la ignorancia supuesta de la infancia.

El inconsciente freudiano es en la medida en que él es otra cosa, se produce en otra escena, que lo que se ve. No es la tendencia ni un misterio, el inconsciente es la abertura por la que habla el deseo al paso de la escansión significante. En este punto Lacan apelará para su demostración a la topología.

Podemos distinguir dos modos de detención del parletre, uno por efecto de los mandatos del superyó censura en términos del 900- del que el humor es su tránsfuga y otro que permite que el cierre del inconsciente se reabra a la luz de lalengua.

En este sesgo un análisis puede asimilarse más a un chiste que a un sueño, mientras que la intervención analítica cerca la producción inconsciente por la vía del lapsus, aun cuando ésta no es la única vía.

Ahora bien , en el terreno simbólico la proliferación significante cifra y descifra acarreando operaciones al infinito. Freud confió al saber inconsciente las eficacias producto de sus formaciones. El Inconsciente es desde esta perspectiva el discurso del Otro que por vía imaginaria y simbólica prolifera a tal punto que el análisis podría constituirse como interminable.

Lacan en el seminario L’Insu dice a propósito de esta cuestión: ”El inconsciente esta adherido a sus formaciones y por ende al goce fálico, no supone lo real del cual yo me sirvo”.

Unbewust no es sinónimo de l’unbevue, la una equivocación que se inscribe no solo en el significante sino en la materialidad de la letra, en la lalangue .Es necesario este cambio de punto de vista para que el análisis encuentre sus topes en el alfabeto vivo que constituye el sujeto, cuerpo, síntoma y goce en sus variantes.

El inconsciente es freudiano o es lacaniano?, Lacar dice el nuestro.

Lo articula al análisis, “No porque el inconsciente este estructurado como un lenguaje, deja lalengua de tener que jugar contra su gozo, puesto que está hecha de ese mismo gozo. En la transferencia si el SSS sabe en qué consiste el inconsciente es por ser un saber que se articula con lalangue no anudándose a él el cuerpo que allí habla sino por lo real con que se goza.”

El incauto del inconsciente procede como el ingenuo en punto cero del chiste. Puede hacer el pase de sentido en tres posiciones: la producción de un sujeto, transmitida a un auditor cuya risa sanciona un pasaje. Si algo pasó el auditor será público del chiste y del pase.

Qué en ese pase pasa algo nuevo, en ocasiones un invento es una experiencia que no me es ajena ya que con economía de medios y de tiempo el efecto de lo dicho conmueve en más de un modo la economía de goces.

El chiste formación del inconsciente participa del equívoco que es su principio y también juega con el sonido y el sentido, la homofonía y la letra por el cual el sujeto hace invento con lalengua. Savoir y faire con las vicisitudes de la pulsión y también con los juegos de palabras y sus imágenes que toman consistencia en el cuerpo de lalengua.

La lengua esa que nos transmitieron y que nos permite relanzar la pregunta, ¿La cadena inconsciente se detiene en la relación de los padres? Es sí o no fundada esta relación del niño a los padres?

Lo que suple la relación sexual es el amor, fracaso del inconsciente.

Liliana Donzis.

Escuela Freudiana de Buenos Aires. 2005.