La lógica del fantasma. Eva Lerner.

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(*) Clase del SEMINARIO DE ESCUELA. “LA LÓGICA DEL FANTASMA”, Escuela Freudiana de Buenos Aires. Clase del 23 de junio de 2009.
I. Momento de concluir

Agradezco a la actual Comisión Directiva de la EFBA, en especial a Liliana Aguirre quién me cursó la invitación, la oportunidad de hablar en el Seminario de Escuela y el honor de cerrar este ciclo.



En la última clase, Lacan propone terminar el Seminario que dictó en la segunda mitad del año 1966 y la primera mitad de 1967 al que tituló “La lógica del fantasma”, con una observación clínica, de modo que hablar de lógica no implique dejar de lado el campo de la clínica.



Para ubicarnos estamos a la altura del Discurso de Baltimore y a fines de ese año escribe la conocida Proposición del 9 de Octubre.
Al hacer una síntesis de las coordenadas de lo que del discurso analítico había desarrollado hasta ese momento, Lacan nos recuerda que no basta decir que es el discurso del neurótico, sino que lo es sólo en el condicionamiento que le da sostenerse en el consultorio del psicoanalista.
El paciente puede ir más allá de la asociación libre cuando advertido del doblez de su discurso sigue sosteniendo la demanda como soporte de su deseo y eso pasa a ser demanda al analista. Todos hemos comprobado seguramente que este es el momento en el que un análisis puede detenerse si nos extraviamos los analistas y suele sucedernos.



Es el tiempo de la transferencia negativa porque el objeto resiste a entrar en discurso y dependemos bastante de nuestra inventiva y de nuestro saber hacer si no queremos seguir echándole la culpa a la estructura.



Es sólo la posición interrogativa de ambos, analizante y analista la que está a la altura del trabajo que requiere la construcción del fantasma Esta posición es la que parece ponerse en cuestión en esos momentos porque no puede esperarse de los dichos lo que requiere ser leído y construido por el análisis ya que la estructura de la frase axiomática del fantasma no se comenta, se muestra (1) . Es el tiempo de nuestra dificultad.



Lacan concluye el Seminario XIV nombrando al caso Florrie , de los comienzos del psicoanálisis, que leí a partir de la invitación que nos hace en esa última clase y que presentaré para ejemplificar los alcances e incidencias de un fantasma para que en la discusión podamos poner a prueba las diferentes lecturas que tenemos tomando como pretexto este caso.

II. Lacan y el cierre del Seminario XIV
En esa última clase Lacan sintetiza lo ya expuesto .Nos recuerda que el enunciado para la lógica formal está constituido por una cadena significante y para esa lógica algo no puede ser afirmado y negado al mismo tiempo. En cambio para Freud la propiedad del inconsciente es que una misma cosa puede ser afirmada y negada al mismo tiempo.


Está ausente en el inconsciente el principio de no contradicción. El inconsciente está instalado en el campo lógico que se articula de proposiciones. En el campo lógico existe una ley de bivalencia, es decir una cosa es o verdadera o falsa, pero para el inconsciente en cambio la verdad es hallada en las fallas del enunciado, en los síntomas, en los sueños pero puede ser verdadera y falsa a la vez.



Es también por eso que no podemos contestar de un solo modo si se puede andar por la vida sin fantasma después del análisis. Se puede andar bastante tiempo sin ser ni pensamientos, en soledad y desasimiento. Si se trata de un analista es deseable que su fantasma no intervenga en las curas que conduce. Y es lo más a mano que tiene cada quién- porque fue la razón de su existencia- si no está advertido que ya tiene a su disposición una nueva opción de acto.
El discurso analítico solicita la verdad.



El inconsciente preserva una verdad que puede decir si y no al mismo Esa es su
lógica pero hay una anterioridad, una lógica del estatuto de la verdad que es anterior al sujeto, el sujeto es su efecto, ya que primero somos a.



Luego de separarnos del objeto que somos, una parte se hace parlante, es lo único con lo que contamos para decir, pero hay otra dimensión del objeto imposible de decir en el orden de la lengua. El lenguaje es insuficiente porque es con la voz del Otro que se dijo todo acerca del hambre, del dolor, del olor, del tacto y estos por ejemplo no se reflejan en el espejo. Que son treintidosmil los objetos a, es el modo en que Lacan lo dice en francés, lengua en la cuál así se dice muchísimos.



A ese Ello que habla con la voz del Otro se le llama Yo, es Ello parlante, es el catálogo de las pulsiones, es la fórmula de la demanda $ ^ D.
El analista ocupa el lugar de preservar la verdad. No es donde el paciente lo pone. Es el interés de la definición que Lacan nos da acá de transferencia. La posición del analista es donde se producen los efectos de transferencia sobre los que hay que intervenir
para rectificarlos en el sentido de la verdad, en nombre de la verdad.



Y la verdad es S (/A) a la que se arriba no sin haber restituido y rectificado lo
legítimo del sujeto ante una traición de alguien de quién no se esperaba esa traición, es decir que es una traición del amor. O bien en la filiación o bien en la genealogía, pero siempre es una traición en el amor. El Otro ni garantizó la verdad ni evitó el engaño del amor.



El analista a la altura de este seminario entonces, está así entre dos aguas, entre la posición falsa de ser el sujeto supuesto saber, bien sabe que no lo es, y la de rectificar los efectos de dicha suposición de parte del sujeto y en nombre de la verdad posibilitando que se diga lo que se silenció del sujeto a su debido tiempo. A la altura de este seminario Lacan aún no teorizó la función de “faire semblant”.Pero ya nos dice la transferencia está ubicada en el lugar del que escucha. El analista no puede responder sino con su propia dificultad de ser. Para camuflar eso encuentra trucos ya que su inconsciente está reglado y está cómodo ahí por su análisis.



Lacan nos dice a la altura de este seminario que el fundamento del discurso analítico es que no podemos manejar la verdad del mismo modo en que lo hacen los lógicos porque nuestra verdad está relacionada al deseo, es por lo que la gente viene a analizarse con nosotros, por lo cuál el análisis los hará arribar a la hora de la verdad.
Todavía no planteó los cuatro discursos.



Para llevar a su término la cuestión del fantasma Lacan vuelve a pasar por la lógica formal para afirmar que lo que es verdadero no podría ser la articulación significante.



Esa solución es falsa, nos dice. “Lo verdadero no puede fundarse tampoco sobre la significación ya que no hay posibilidad de fijar ninguna significación que sea unívoca. Aún en el “soy eso”, “no soy sólo eso”.Se puede instaurar un orden si se atribuye la función de la verdad a un agrupamiento significante y el uso lógico de la verdad unívoca no se encuentra más que en la matemática. Y agrega algo: fuera de la matemática hace falta despejar de qué se habla, siempre con la intuición.



”El soporte de la verdad es el objeto a”(2).
“Y si no tiene que ver con la verdad, el psicoanálisis es sugestión y el paciente sigue despotricando nos dice Lacan en el último encuentro de ese año. La verdad es el objeto a”.



Ahora bien, si los significantes de la demanda son de la pulsión y eso se muestra, la demanda muda que hace a la fijación no puede ser dicha, más que en la repetición de las articulaciones gramaticales y donde no hay marca y ese es el problema para el analista.



Toda significación que se obtiene debe ser agujereada para que la verdad no se consolide. La equivocación del neurótico es que cree que su fantasma es su verdad y ahí se extravía. Se trata en última instancia del S/A) el uno en más de la interpretación, no sin pasar por el sentido, no sin pasar por la verdad, pero finalmente la verdad es la falta en ser del S(/A).Teóricamente lo sabemos , estamos en el tiempo de cotejar cómo lo hacemos.

III. Caso Florrie de Havelock Ellis


a) Introducción.



Al final de esta última clase Lacan invita a leer el caso Florrie de Havelock Ellis y lo objeta por analista cobarde.



¿Quién es este Havelock Ellis cuyo nombre parece el de algún conocido detective de una novela policial inglesa? Rudinesco vino en mi ayuda.



Efectivamente .Lanzado a la carrera literaria a los 30 años Ellis se dedicó a la reedición de las mejores piezas de los contemporáneos de Shakespeare. Su gran libro “Estudios de psicología sexual” fue editado en Londres un año después del proceso a Oscar Wilde.



Henry Havelock Ellis(1859-1939) (3). Es un médico y escritor inglés, fundador de la sexología junto con Albert Molly y Richard von Kraft-Ebing. Hijo de un capitán de ultramar fue educado por la madre y sus cuatro hermanas. Homosexual en rebelión contra los códigos morales de la Inglaterra victoriana, a los 16 años decidió consagrar su vida al análisis de la sexualidad humana en todas sus formas (4). Este historial fue recientemente adquirido por la Biblioteca de la EFBA a raiz de mi consulta, gracias a lo cuál pude leerlo en inglés (5).



Contemporáneo a Sigmund Freud éste acogió con fervor las obras de Ellis. Los dos hombres intercambiaron correspondencia durante toda su vida, no vacilando en señalar cada vez sus desacuerdos, sus celos o su admiración recíproca, Freud tomó de Ellis la noción de autoerotismo y le rindió homenaje en los Tres ensayos de una teoría sexual.



Una síntesis del fragmento de Havelock Ellis al que me refiero está publicado en castellano en un libro (6) de Wilhelm Stekel (1868-1940) (7) médico y psicoanalista austríaco quién junto a Adler, Reitler y Max Kahane fue el cuarto miembro del núcleo fundador de la Sociedad Psicológica de los Miércoles modelo de todas las sociedades freudianas de la IPA. Fue el segundo disidente de la historia del psicoanálisis después de Adler.



Lacan , menos humilde que Freud , objeta a Ellis por analista cobarde ya que se jacta de objetividad mientras está enteramente cernido (8).



Se refiere al caso Florrie como un interesante material para objetar a los analistas de la IPA, entre ellos a Stekel, que toman este caso como perversión y aún al mismo Ellis que lo trata como una desviación sexual e infantilismo, cuando se trata de una neurosis.



De todos modos aunque ni Freud ni sus discípulos contaban con el concepto de objeto a, nuestra apuesta debiera ser la de imitar a Lacan en su inventiva sin identificarnos a su soberbia.



Es bueno reconocer que no es sin los conceptos freudianos que Lacan construye los propios y que muchas veces pretextaba pelearse con los discípulos de Freud al estilo de “por qué me dices que vas a Lemberg”, para cuestionar los cimientos teóricos inamovibles de la IPA que no le hizo lugar a su enseñanza. El también – y de algún modo lo dice en la última clase de su seminario ya que nadie está exento que le pase lo que aborrece reconocer-“ el coraje del sujeto es quizás jugar el deseo del Otro, es dar la prima a la cobardía del Otro y encontrarse al fin”.



O sea que el coraje del sujeto no es sin la cobardía del Otro.



Y aún más. Sus pretensiones de cientificidad para el psicoanálisis a las que renuncia en uno de los últimos seminarios lo llevaron a un rodeo por la filosofía, la lógica, la matemática, la lingüística y la topología por el que lo acompañamos, pero al final renuncia a que el psicoanálisis sea una ciencia y nos indica que no debemos olvidar la transferencia, la que incluirá en el cuadrángulo de Klein recién en el seminario siguiente, Seminario del Acto Analítico.



b) El análisis de Florrie



Havelock Ellis introduce la presentación advirtiendo que, familiarizado como estaba con los descubrimientos freudianos su método y sus resultados, no fue observada rigurosamente la técnica psicoanalítica en este caso ya que la paciente vivía en una ciudad distante y no podía verlo con frecuencia, por lo que consideró imposible un análisis regular.
Además consideró que la paciente tampoco se decidiría a un análisis en regla por lo que pensó que el tratamiento aplicado fue el mejor en ese caso.



Florrie estuvo en análisis más de tres años en numerosas sesiones y más de sesenta cartas, estas últimas más expansivas e instructivas que las sesiones en las que se mostraba algo reticente.



Ellis procuró desempeñar un papel pasivo, evitando toda clase de sugestión y si necesitaba hacer alguna pregunta como al pasar, la paciente la pasaba por alto sin demostrar ninguna emoción y él comprobaba más adelante que el complejo desechado era de suma importancia. Lacan se detiene en eso para señalar la cobardía de Ellis.



El caso se presenta en el libro a modo de historia clínica cronológica pero no es el modo que respetaré para mi exposición. Intercalo algún comentario propio a la vez que lo relato sobre todo en referencia a la propuesta de Lacan de leer el fantasma en una neurosis y no suponer que es una perversión.



Havellock Ellis recibió una carta de una Sra. que había leído sus libros sobre desviaciones sexuales. Contenía confesiones de una amiga llamada Florrie acerca de sus ideas obsesivas de pegarse con un látigo e impulsos de autoflagelación. Expresaba la desesperación y el anhelo de librarse de ellas aunque no sabía que Ellis era médico. Este se dio cuenta inmediatamente que la autora de la carta y Florrie eran una misma persona.



La que acudió a la consulta fue Florrie.
Ellis era el primer hombre al que Florrie le contaba sus experiencias íntimas.
Tenía 37 años y estaba casada con un hombre que la doblaba en edad. Antes de casarse fue una buena escultora, publicó brillantes artículos sobre arte y otros temas acerca del sufragio de las mujeres, en periódicos de primera categoría. A la vez participó en numerosas publicaciones acerca de las bondades del sometimiento de la mujer a las directivas de los hombres.
Ha viajado mucho, estudió en el extranjero y jamás frecuentó círculos de gente bohemia, escribe Ellis para los prejuiciosos por si fuera esperable de otras clases sociales desviaciones de ese estilo.En cambio fue educada con severidad en una familia acomodada.



Aparte de su parafilia secreta, nos dice Ellis, era una “representante de la sana razón”-palabras de ella- por lo que pensó que su enfermedad era una especie de demencia.



Las parafilias son las así llamadas desviaciones o perversiones sexuales por la psiquiatría clásica .La expresión aniñada que Ellis observaba correspondía según él a un infantilismo psicosexual. Últimamente se venía preocupando por su salud, quejándose de cansancio e irritabilidad y de estar engordando.



Todo comenzó desde que empezaron a acosarla deseos morbosos que Ellis investiga en la intoversión que le provoca a Florrie la intensa actividad de su fantasía.



Hacía 7 años que estaba casada con un Sr que la doblaba en edad, distinguido y bondadoso. Ni él ni ella estaban enamorados pero él la trataba muy bien y ella lo reconocía con gratitud.No tuvieron relaciones matrimoniales. Florrie se enteró por su marido que en el matrimonio existía un acto físico cuya naturaleza desconocía, comenzó a dialogar con sus amigas, algunas sostenían que se trataba de algo que era “agradable” otros decían que era “chocante”.



Ellis advierte que es improbable que Florrie no estuviera enterada de nada y que se trataba de la represión. Florrie se imaginaba al coito, doloroso, y no entendía qué placer se experimentaría en el acto sexual, ya que solo escuchaba hablar de dolores. Siempre soñó con un matrimonio donde marido y mujer viviesen como hermanos.



Sus sentidos estaban adormecidos. Fue al matrimonio dispuesta a soportarlo todo con valor. Entendía que la novia era un instrumento pasivo para que el hombre satisficiese sus deseos como un manjar o una copa de champagne. Tampoco le interesaba tener hijos.



El comienzo del matrimonio transcurrió sin que el marido le hiciese ninguna insinuación.Y Florrie se decepcionó. Observemos esta decepción, contraria a lo que sus enunciados manifestaban. Lejos de alegrarse por encontrar lo que decía que esperaba de un matrimonio, se decepcionó. Parece que un goce estaba prometido en su negativa sin que ella lo supiera que quedó sin efecto. Retengamos este goce prometido.



Tiempo después fracasó una tentativa de realizar el coito y su marido la culpó por ello diciéndole que era una mujer fría y ella se sintió ofendida. Retengamos lo de la culpa.
El llegaba a la erección y a la eyaculación pero concluyó por reconocer que no estaba en condiciones de desflorarla y renunció a seguir intentándolo pero el buen trato siguió reinando entre ellos, y ya veremos que, de un modo inconveniente para su fantasma. Habitualmente le daba la espalda y se dormía “ turn back for sleeping”• .Retengamos turn back! Volvete!, ponete! de espaldas.



Durante los años siguientes Florrie fue limitando cada vez más sus intereses hasta que seis años después tiene el primer ataque de manía de flagelación: whipping craze.



Ese suceso se desencadenó una mañana en que se sintió con necesidad de descargar su ira. Buscó pelea con los criados y se disgustó consigo misma por sus explosiones de ira No se dio cuanta para nada que esas explosiones de ira, obedecían a la represión de sus impulsos sexuales escribe Ellis.



Muy pronto en lugar de las explosiones de ira le ocurrieron fantasías diurnas de flagelación Deseaba encontrar un hombre que la flagelase por sus malos humores. A veces se tranquilizaba flagelándose a sí misma “la flagelación tranquiliza como el biberón a un lactante decía”.



En los ensueños diurnos a veces se imaginaba que se escapaba con un cochero que la trataba con rudeza. Lo odiaba y sentía repugnancia por él. El cochero se quejaba de las damas distinguidas y amenazaba con flagelarla. La idea de ser maltratada por un hombre tan rudo le causaba una sensación de placer. En realidad detestaba a los hombres ordinarios y crueles y no podía soportar que le pusiesen la mano encima. La sensación de no poder escapar y el odio que le provoca la imaginación de la violenta flagelación intensificaban el placer que experimentaba.
Comienza a recordar los primeros ensueños diurnos que se referían a latigazos y micciones.



De niña su padre le pegaba “whipp on her back” por “portarse mal”con una “pequeña fusta de mujer, para montar” “a small lady´s riding-whip”, to ride a horse back.



La semilla infantil de la culpa de ser una “mala niña” que desarrolla cuando el marido la inculpa se inscribió entonces como avergonzada “ ashamed”.



Amaba y respetaba a su padre y consideraba el castigo como algo natural. En cambio jamás hubiera permitido que le pegase una mujer, ni siquiera la madre. Actualmente se da cuenta que aquellos castigos eran demasiado rigurosos.



Una gobernanta necia e ignorante que daba preferencia a sus hermanos fue la causa de su enfermedad, escribe Ellis. Cuando la pequeña cometía alguna falta aquella montaba en cólera, la zamarreaba violentamente y en medio de los forcejeos la arrastraba hasta el cuarto del padre. El rostro del padre cobraba una expresión salvaje al punto que la niña, mortalmente asustada, sentía que el mundo se le venía encima. El padre tomaba esa “pequeña fusta de montar para mujeres” “a small lady´s riding whip” y le ordenaba a la pequeña ir a su cuarto de vestir que, por estar apartado, impedía oír los gritos. Colocaba a la pequeña de espaldas “gripping her by the back”, en sus rodillas y le pegaba cada vez más fuerte y a medida que la niña aumentaba la intensidad de sus gritos le decía que le haría brotar sangre si no se quedaba quieta.



Pero el dolor era tan intenso que ella no podía dejar de gritar. La gobernanta la recibía luego con una amenaza: “Si no dejas de llorar te mando otra vez a que te pegue tu padre”. Retengamos el dolor que el lo que en el espejo no pasa, pero como con las brujas que las hay las hay, es el vehículo del objeto a que en este caso arrojará el goce de ser avergonzada.



Cuando él la besaba y le pedía que fuese una niña buena ella sentía vergüenza y gratitud por haber tenido que ser castigada. Si flagelada entonces amada. Si amada entonces flagelada.
En el transcurso de las sesiones Florrie cayó en la cuenta que podía existir alguna relación entre aquellos castigos y las actuales ideas obsesivas.”No podría describir el sentimiento de vergüenza que me invadía cuando mi padre me pegaba en el trasero. Evidentemente era una especie de vergüenza sexual “.



El erotismo urinario de Florrie también se vio comprometido. Una nurse entre los 5 o 6 años la instó a que orinara, pegándole en el trasero y la obligaba a ponerse en cuclillas hasta que prorrumpía en gritos. Florrie recuerda su obstinada negativa.



Havellock Ellis sitúa entonces que ya desde su niñez se asociaron para la paciente las ideas de orinar y la de ser golpeada. La mera vista del rebenque bastaba para provocarle deseos de orinar.

IV. Algunas notas sobre el caso en función del seminario XIV
Es un largo historial que refiere los ensueños de flagelación de Florrie desde pequeña y la intensa rivalidad con los varones que la llevaron a orinar de pie hasta los veintidós años aún en lugares públicos intentando siempre disimular el desafío con que lo hacía. No deseaba ser vista. Aclaro esto como una de las condiciones diferenciales entre neurosis y perversión, era envidia a los varones no una escena exhibicionista. No es una perversión. Florrie no pretende la angustia del Otro sino que es ella la que se angustia.


Cuando la decepción se asocia a la culpa por no colaborar para ser desflorada, conecta con la culpa infantil por “mala” y por “portarse mal” pero no obtener el flagelo como sanción para “las niñas malas que se portan mal” obtura el despliegue de la sustancia gozante del objeto a que en ella es la vergüenza y se desencadena la neurosis.



La satisfacción sexual sustitutiva la halla en sus síntomas pero quisiera detenerme en el despliegue de su fantasma. En primer lugar por la importancia que Lacan le da en este seminario al fantasma como modo de entrada al acto sexual. Y en segundo lugar porque la alienación como pasaje al acto estructural que instituye al $ y remata en el “no pienso”, cito (9): “hace un sujeto humano sometido especialmente a las dos pulsiones que designamos como escoptofílica y sado-masoquista” pulsiones del deseo bajo las cuáles quedan subordinadas en distinta medida las pulsiones de la demanda ya que la Bedeutung, la significación de los pensamientos inconscientes fracasa en la significación sexual y de ese fracaso aparece -j (10).



La pulsión sádica y la escoptofílica articulan el erotismo oral, anal y en este caso uretral en todos los hablantes. Voz y mirada como objetos a se ligan al estatuto de estas pulsiones que pueden o no haber cumplido su recorrido. El análisis es una oportunidad para concluir ese recorrido.



Es el momento de aclarar que el traumatismo no es más que un fantasma.
No se trata de si eso es o no es verdad, sino de verificar esa escena bajo su ser y por su síntoma las ideas obsesivas de autoflagelación. Cómo se articula en términos significantes y qué muestra para la construcción del fantasma de ser avergonzada.



El $^a sería así la respuesta al deseo del Otro. La niña es la vergüenza de su padre pero a la vez no es toda ella eso. El $ tiene así una identidad de no reciprocidad absoluta al objeto vergüenza y podemos decir entonces que $ es sólo un silencio, en el que lo que habla en él es la demanda del Otro, a la cuál responde con su fantasma.



Hasta acá podríamos situar los siguientes ordenadores del cuadrángulo, que Lacan propone en este seminario. La elección forzosa en términos lógicos de la alienación en el camino de la disyunción “O no pienso o no soy” hacia el vector “yo no pienso, entonces soy” la coloca a Florrie en el objeto de un goce del Otro sádico, que funda un complemento masoquista.
Por eso no es una perversión .En la perversión, el masoquista no es el complemento del sádico. En el complemento “hay relación sexual” pero no hay acto sexual, ya que en el acto sexual no hay posibilidad de escribir que haya relación sexual.



En esa elección forzada de la alienación que va de “Ni pienso ni soy”, al “No pienso”, pasaje al acto estructural, no pienso si podrían haberme dado algún castigo menor a juzgar por mi travesura, en cambio, soy esa niña pegada por lo tanto amada por mi padre, padre que solo brega por mi futuro bienestar, por eso me educa con su “rebenque para mujeres” y yo me orino de miedo. “Soy amada en tanto soy avergonzada”.



Lo único que Lacan dice de este caso es situar lo que el acting out muestra y del que el analista deberá construir la frase que no se dice y sólo se muestra.
Florrie debe atravesar su actual autoflagelación cuando no consigue “hacerse pegar para hacerse avergonzar” en su matrimonio. Me detendré en ese acting out más adelante.



Repasemos entonces. Para interrogar la función del fantasma Lacan apela a “Un niño es pegado” de Freud .Esa frase no es más que un arreglo significante al que Lacan le dio su forma acoplándole el a al $.Lo que quiere decir que hay dos características: la presencia de un objeto a y por otra parte una frase que no es otra cosa más que lo que engendra al sujeto como $, como barrado, como dividido y que se muestra y casi nunca se encuentra, sino que debe ser construida.
Lo imposible de eliminar en ese texto “Un niño es pegado” es la mirada.



Antes de hacer jugar los tres tiempos de la génesis del fantasma importa designar lo que es: es el acoplamiento del “no pienso” con la estructura gramatical.



En el 4to vértice del cuadrángulo ha surgido el objeto a y el ángulo de abajo a la derecha, el del “no soy” deja lugar a nivel del inconsciente al complemento de la estructura puramente gramatical, significante del fantasma, a saber una significación de la verdad.



Lo que hay que retener del fantasma es el rasgo clínico ya que el mismo fantasma se encuentra en estructuras neuróticas muy distintas y permanece a distancia de todo lo que se discute en los análisis en tanto en ellos se trata de traducir la verdad de síntomas.



¿Qué quiere decir Lacan cuando dice que el fantasma tiene un rol de significación de la verdad? El fantasma se resiste a ser insertado en el discurso del inconsciente y el tiempo medio, aquél donde el sujeto está en el lugar del niño, se obtiene solo en casos excepcionales. No tiene ningún otro rol. En general por el hecho que se muestra esa frase nunca es dicha por el paciente sino construida por el analista. Se trata de encontrarlo y de definir las leyes de transformación que aseguran al fantasma el lugar de un axioma en los enunciados del discurso inconsciente o sea en la enunciación del $.



Significación de la verdad quiere decir cuando afecta con la connotación de verdad a algo que es un axioma.



¿Y qué quiere decir que el fantasma está ahí como cuerpo extraño y pareciera que sólo está interesado en poner orden en la entrada al acto sexual?



En la economía neurótica el fantasma pide prestada su materia al campo del goce perverso. Así opera respecto a la disyunción en el campo del Otro, del cuerpo y del goce , y de una parte reservada del cuerpo donde el goce puede refugiarse .La neurosis encuentra en este arreglo el soporte hecho para ornamentar la carencia de su deseo en el campo del acto sexual.



“El fantasma deberá siempre inscribirse en los registros del deseo prevenido para la fobia, del deseo insatisfecho para la histeria y del deseo imposible para la neurosis obsesiva.



Los neuróticos nos imaginamos que el fantasma es en la alcoba, pero todo lo que pasa de neurótico pasa esencialmente en el baño. Hay una distancia entre la alcoba y el baño. La fobia pasa en le ropero, en el corredor, en la cocina. La histeria pasa en la recepción de los conventos de la moda, las neurosis obsesivas en los cagaderos. Una alcoba donde no pasa más que el acto sexual que se presenta forcluido es el consultorio del analista” (11).



V. El acting- out de Florrie y algunas reflexiones sobre el acting out

Los ensueños diurnos de Florrie adolescente jamás incluían a un hombre, siempre se trataba de mujeres que la flagelaban. Su ensoñación privilegiada era una escuela en la que trataban con mucho rigor a las alumnas. En cambio los ensueños de adulta, luego de su matrimonio eran con hombres. Todos sus ensueños diurnos, por más variados que fuesen se referían al esquema: padre severo-niño desobediente. Mujeres en un harén, esclavas de un hombre libre, sátiros perseguidores de ninfas etc. Ante las tímidas tentativas de Florrie de inducir a su marido a realizar actos de flagelación que fracasaron ya que la amaba y la estimaba demasiado, entró por casualidad en correspondencia, -aunque a principios de siglo no había Internet- con un hombre que era flagelante activo al que llamaremos N.


La correspondencia despertó en ella una pasión. Ya intuía el carácter sexual de esta manía de flagelación pero aún no había conocido el orgasmo. N. le respondía que los ensueños diurnos no podían sustituir a la realidad y que el estaba en condiciones de producirle un ghastly pleasure, un “horrible placer”, luego veremos que ahí repitió ghastly ashamed “horriblemente avergonzada
Accedió a encontrarse con él en una ciudad extranjera y pasar la noche con él.



Lo único que no había unido era la común idea de flagelación. Ella no sentía ningún placer sexual en los genitales y le dijo a él que eso no era lo convenido. La castigó con una “pequeña fusta de mujer para montar”,a small lady´s riding-whip ,fusta parecida al fetiche que Florrie tenía para autoflagelarse, pero a él algo lo desengañó.



Florrie no dejaba escapar ningún grito, no hizo más que reír nerviosamente a pesar de la intensidad de los dolores. Florrie quedó cubierta de estrías azules durante dos semanas. “Necesitaba ese castigo y lo conseguí. Fue un alivio terrible. Gocé plenamente”.



Fue tanta la satisfacción que durante meses pudo prescindir de la autoflagelación. Ya no la dominaba tanto la idea obsesiva. La vergüenza fue más intensa que el dolor, eso ocurre cando se pasa un umbral y los golpes nos son dados contra nuestra voluntad y han transpuesto el límite de lo soportable. El hombre no siente satisfacción hasta que la mujer no da muestras de dolor. N. si era perverso y requería el sufrimiento de Florrie, su barradura, pero Florrie no sufría como el sádico lo requiere.



¿Qué es lo que repite en el actino out que no tiene marca y por eso no puede ser dicho? ¿Qué es lo que Florrie inscribe en diferencia con su goce y en ese sentido un corte en la superficie permite pasar a otra posición? Entiendo que ese el goce del que pega, su barradura, su división.
En este caso N. quería su angustia.



Un año después de ese suceso Florrie empezó el tratamiento con Ellis .Había leido su libro Love and Pain.no le interesaba curarse. “Sigo creyendo que amar a un hombre significa ser su esclava.”El placer consiste en ser tratada como un niño, que tu amante es dueño de tu cuerpo, que puede pegarte, que puede hacerte sentir su violencia.



Realiza honradas tentativas de sublimación, todavía no conoce el orgasmo pero empieza a interesarse en el tema.



Lacan nos dice en este seminario que un síntoma o un acting out pueden ocurrir antes del análisis del paciente pero le podemos dar ese estatuto recién cuando se ordena en el discurso del análisis. Cito (12):”En el acting out se trata de restituir la historia como experiencia. En eso sostiene la pertinencia del campo del Otro. No digo que hay acting out sólo en el curso del análisis-nos dice Lacan- digo que es de los análisis y de lo que ahí se produce que ha salido la distinción fundamental que hace aislar el pasaje al acto y distinguir el acting out.El ating out se emparenta al síntoma en tanto manifestación de la verdad”.



Lacan se dedica a la etimología de esta expresión verbal en inglés “to act out” y define para el psicoanálisis acting out como una escena que se ha leído insuficientemente. O bien,”yo act out dice textual porque me ha sido articulado algo insuficientemente o amortiguado y de costado” (13).
Lacan se refiere al acting out de Florrie como haber podido zanjar al menos una vez la prohibición ya que excepcionalemente esa vez hizo entrar a una persona real en su fantasma.
Este relato toma cuerpo de acting out en las sesiones con Ellis a juzgar por sus resultados y más allá de su capacidad, criticada por Lacan.



Salvo que mienta como Stekel , Ellis dice que la paciente “progresa hacia la normalidad”.
El movimiento en un análisis, de encuentro con la fractura del Otro y es cuando se esclarece la alienación como significante del Otro.La alienación es la verleunung del campo del Otro marcado por la misma finitud que el sujeto.Es S(/A).La finitud es aquella que define en el sujeto depender de los efectos del significante.Es además bajo el golpe de la misma finitud que el Otro sostiene su goce y es en tanto tal que evoca el reaseguro de la verdad. Cito nuevamente a los fines de entender qué lo preocupaba a Lacan cuando propone el grupo de Klein para estas conceptualizaciones (14): “Ahora se trata para nosotros de dar cuenta, en términos de nuestra lógica, del surgimiento del lugar de Otro en tanto dividido.(Recordemos que el lugar de Otro habla en el cuerpo, el lugar del Otro no es el campo del Otro)Ese lugar del Otro es el perfecto responsable de que la verdad no sea engañosa, sino los diferentes niveles de la experiencia subjetiva que nos impone la clínica.



¿Cómo es posible que se inserten en esta experiencia las instancias que no son articulables más que como demanda del Otro ¿ Se pregunta Lacan Y esa demanda no es actual. Es por ello que un punto del Otro es perfectamente remarcable como goce del Otro. Esto es la neurosis” (15).
Sin este punto es imposible entender la perversión. “La única función que se le puede dar al rol del fantasma en la economía neurótica, es que su arreglo, su materia, lo pide prestado al campo de determinación del goce perverso y esto determina la disyunción cuerpo y goce y la parte reservada del cuerpo donde el goce puede refugiarse y ornamentar así la carencia en el campo del acto sexual.”(16)



Comienza un tiempo de preguntas por mujeres degradadas como las mucamas y señoras pero, a mi entender, el análisis de Florrie ya se define claramente como el análisis de una histeria aunque Ellis no lo dice. La palabra inglesa “the cook” es “bisexual” para Ellis, puede calificar tanto cocinero como cocinera y eso le permite entrar en el modo en el que Florrie orinaba, de pie como los varones y avanzar hacia las mujeres y los varones, las degradadas y las distinguidas, etc.
No continuaré el curso de este historial hasta concluirlo. Espero que esto sea suficiente para nuestra discusión Florrie se curó y muerto su primer marido se casó con otro y fue muy feliz.



Me ocupé de situar su fantasma ya que Ellis se dedica a demostrar la predisposición y además las causas traumáticas de las ideas obsesivas las refiere a la educación severa de la familia Conduce el análisis interpretando a la manera de las primeras indicaciones freudianas acerca del simbolismo corregidas luego por el mismo Freud en “Nuevas aportaciones a la teoría de los sueños”.



Aún así es interesante recorrer este historial casi desconocido y el estilo de los tratamientos de los comienzos del psicoanálisis y sorprendentemente apreciar que Havelock Ellis ocupó un lugar sin saberlo y sin proponérselo, de sumisión y, se acercó sin saberlo también a hacer reinar el objeto en la transferencia.



Nos preguntamos ¿qué deviene el deseo a la hora de la verdad?



El deseo es deseable sólo en la ejecución del acto sexual y eso está en el orden de los placeres. El deseo inconsciente del que se habla en psicoanálisis tiene relación con el acto sexual. Pero es en el registro del goce y no del deseo que se parte en la diferencia fundamental de los dos partenaires pero eso no va de suyo sólo con el primer trazo del nombre de varón o mujer, ni tampoco con la presencia o ausencia de placeres sexuales.

Eva Lerner.


NOTAS:
(1) Lacan Jacques, Sem XIV .”La lógica del fantasma” Clase VI 11.01.67
(2) Lacan Jacques:Sem XIV “La lógica del fantasma” Clase XXII. 14.06.67
(3) Rudinesco, Elizabeth . Diccionario de Psicoanálisis
(4) “Quería ahorrarle a la juventud de las generaciones futuras las preocupaciones y las perplejidades que esta ignorancia del sexo me había infligido”.El primer volumen estaba dedicado a la inversión sexual. Provocó un escándalo y desencadenó una acción judicial contra el librero que había vendido la obra. Se vio obligado a publicar los demás volúmenes en los EEUU. Son tres tomos de 1600 páginas cada uno.
(5) Agradezco a Carlos Marcos, bibliotecario de la EFBAel trabajo de conseguir de APA estos materiales para nuestra biblioteca.
(6) Stekel Wilhelm, “Sadismo y Masoquismo” Psicología del odio y la crueldad. Ediciones Imán.Pág 238
(7) En su autobiografía Stekel sostiene que Freud le robaba sus ideas. No fueron sin embargo razones científicas las que lo apartaron de Freud. A Freud lo exasperaba la indecencia de Stekel. Víctor Tausk lo acusó de inventar casos en respaldo de sus hipótesis y en 1912 Steckel renunció. A diferencia de Adler y Jung , Stekel continuó siendo un partidario del psicoanálisis Se suicidó en 1940 en una crisis de melancolía.
(8) Versión “El tren Fantasma “úlltima página del Seminario XIV.Clase XXIII 21.06.67
(9) Lacan, Jacques “Sem XIV. Clase VII 18.01.67
(10) Lacan Jacques Escritos ” La significación del falo”
(11) Lacan Jacques : Sem XIV “La lógica del fantasma” Clase XXIII. 21.06.67
(12) Lacan Jacques: Sem XIV “La lógica del fabtasma” Clase XI 22.02.67
(13) Lacan , Jacques :Sem XIV “La lógica del fantasma” Clase XIII 8.03.67
(14) Lacan ,Jacques :Sem XIV:”La lógica del fantasma” . Clase X 15.02.67.
(15) Ver Nota 13
(16) Lacan, Jacques: Sem XIV:”La lógica del fantasma” .Clase XXIII 21.06.67