CARTEL DE “ESCRITURAS...”: Un Pasaje al acto en lugar de una cita fallida. OLGA CUADRA.

Tiempo de Lectura: 10 min.

(*) IX Jornadas de Carteles y III de Grupos de Investigación. Escuela Freudiana de Buenos Aires, 2007.

Lo desconocido que uno lleva en sí mismo: escribir, eso es lo que se consigue. Eso o nada. (1)

Podemos situar la función de lo escrito en el discurso analítico. Todo lo que está escrito parte del hecho de que será siempre imposible escribir como tal la relación sexual (2). A eso se debe que haya cierto efecto de discurso que se llama escritura. Un discurso se produce por efecto de escrito. Escrito que no pertenece al mismo registro que el significante. En todo discurso analítico de lo que se trata es de leer. De leer con los orejas, lo que se escucha es el significante. El significado es efecto del significante. El inconsciente escribe la posición singular del ser de goce del sujeto. Resta la imposibilidad de escribir la relación sexual misma. Lo necesario dice Lacan es “lo que no cesa de escribirse”.

¿Cómo se relaciona entonces el sujeto con la escritura? Porque si bien no escribe por ser sujeto, tiene que haber advenido (análisis mediante) como sujeto para escribir, el sujeto es destinatario de la letra”una carta”, llega siempre a destino, al sujeto, del que ella es el destino . La letra trazada sobre la página resumirá en el plano de lo universal lo que es significado al sujeto, de manera particular, en la identificación que lo constituye por medio del trazo unario.

Lacan describe así al hombre en su relación con el saber inconsciente de que deviene “sujeto”, como el esclavo-mensajero del uso antiguo, el sujeto que lleva bajo su cabellera su codicilo que le condena a muerte” de él no sabe “ni su sentido ni su texto, ni en qué lengua está escrito, ni siquiera que lo han tatuado en su cuero cabelludo rasurado mientras dormía”. Inscripción del trazo unario que es una escritura y sellará el destino del hombre. ¿es propiamente un destino? La idea de destino supone una plenitud y completud de sentido que a mi entender ,no se encuentra en ella ¿Cómo concebir entonces la actividad de escritura efectiva, que no es obra de un Dios como “escriba eterno” sino del hombre, del sujeto en cuanto se identifica con el Otro simbólico, que primeramente no es más que un lugar? La huella del trazo unario según la cual se constituye el sujeto no es sino un fragmento de escritura, que llama al sujeto a escribir, a realizar la escritura comenzada. Si la letra está destinada al hombre, el destino que ella traza es escribir.

La escritura comenzada no abre tanto posibles, como confronta al hombre con lo real, con lo imposible en el que siempre está apresado. El sujeto tiene que advenir como la Cosa sin rostro, tal es su destino.

Cuando entra en la escritura, encuentra primero el lugar vacío . Ese vacío es su destino. Destino de castración y de muerte.

La escritura llama al hombre a instalarse en esa falta del Otro. Ella es materialidad del corte significante que no comunica sino el sinsentido.

Es en ese lugar “en el vacío de saber” que los artistas nos convocan, sabemos que Lacan como Freud , otorgaban gran importancia a la literatura , numerosas lecciones dan testimonio de ello.

Pues no se trata de un psicoanálisis aplicado sino de reconocer en qué cada artista resuelve a su manera un problema humano, los artistas, los escritores están un paso adelante que los analistas. Tanto Freud como Lacan pensaban que son los artistas lo que nos enseñan y no a la inversa. Lacan que se interesó en la literatura , considera “la relación del hombre a la letra”. En Lituraterre (3) va decir “...Del goce imposible a escribir, la letra hace trazo. Trazo del viviente en el goce, la letra dibuja un borde, el borde del agujero en el saber...”.

Agujero que es bordeado vía el fantasma, escritura que también se realiza en un análisis, marco necesario que todo neurótico cuenta para poner tope a lo real o como cada sujeto se encuentra posicionado en la escena del deseo, a veces quedando preso de su propio fantasma hasta veces no encontrar salida, y/o a veces la única salida que encuentra es mediante un pasaje al acto. Como es el caso de este personaje que encontramos en el cuento de Julio Cortázar, que elegí para hoy, cuyo título es “No se culpe a nadie” (4).

El título ya nos habla de que no hay un sujeto responsable de su acto, nadie se hace cargo, el sentimiento de culpa es el pathos de la responsabilidad., sentirse responsable de algo, es un afecto del sujeto como tal, el sentimiento de culpa significa que ahí tenemos un sujeto capaz de responder por la deuda simbólica y que por eso mismo la culpa se instala.

El actor principal pugna por ponerse y luego quitarse un pulover azul que termina por compactarse terroríficamente en su cara. Hay una mujer que lo espera . Sus intentos por deshacerse de la fatídica prenda son vanas y culmina a mi entender con un pasaje al acto.

El cuento comienza diciendo “..el frío complica siempre las cosas... pero ahora a las seis y media su mujer lo espera, ...ya es tarde y se da cuenta de que hace fresco hay que ponerse el pulóver azul, cualquier cosa que vaya bien con el traje gris, el otoño es un poner y sacarse pulóveres, irse encerrando, alejando. Sin ganas silba...mientras se aleja de la ventana abierta, busca el pulóver azul en el armario y empieza a ponérselo delante del espejo.”, misión que no le va a ser nada fácil.

Podríamos decir que lo real siempre complica las cosas, “es el misterio del cuerpo que habla, es el misterio del inconsciente” (5), sobretodo si nos alejamos de la ventana abierta, el fantasma vacila, su imaginario tambalea a tal punto de tener que mirarse al espejo para reconocer su propio cuerpo, “...irse encerrando, alejando...”, perdiendo todo lazo social.

Ya podemos pensar que su elección tampoco es al azar si bien dice “...cualquier cosa que vaya bien con el traje gris”, busca un pulover azul..

Me pregunto que elección es al azar cuando estamos determinados por un objeto causa de deseo.

El cuento avanza como así también la complicación para este personaje:

“... en la repentina penumbra azul que lo envuelve parece absurdo seguir silbando, el azul le va envolviendo la boca mojada, los agujero de la nariz, le gana las mejillas y todo eso lo va llenando de ansiedad y quisiera terminar de ponerse de una vez el pulóver...”Su realidad o su mundo se tiñe del color azul, podríamos pensar el azul como el Otro, pero recordemos que siempre la relación con el Otro es vía el objeto a. Sus orificios, sus agujeros están obturados. Podemos pensar como momento de mayor angustia, la presentificación del objeto a, la falta de la falta ¿qué salida encontrará o cómo se las arreglará este sujeto con su propia angustia?

Avancemos un poco más”...sin contar que es tarde y su mujer estará impacientándose en la puerta de la tienda...”

El pulover azul es lo que lo otorgará la justa armonía y que le permitirá a este sujeto acudir a la cita de amor, ir al encuentro con su mujer , encuentro con el cuerpo del partenaire sexuado que siempre plantea la no armonía, la discordia. Me pregunto qué lugar tiene esta mujer en la vida de este hombre .

A falta de sgte que inscribiría en el Otro el complemento sexual capaz de hacer todo con las partes sexuadas, el sujeto está destinado a la repetición de la desunión de los dos. Es decir, el “no hay relación sexual” de Lacan, explica del lado de la imposibilidad, por estructura, lo que el neurótico plantea de lado de la impotencia. No hay relación sexual como no hay proporción, hay diferencias, y estas son las que permite que haya acto, en tanto todo acto es un acto fallido.

Luego continúa diciendo “...Irónicamente se le ocurre que si hubiera una silla cerca podría descansar... pero ha perdido la orientación después de haber girado tantas veces con esa especie de gimnasia eufórica que inicia siempre la colocación de una prenda con paso de baile disimulado que nadie puede reprochar porque responde a una finalidad utilitaria y no a culpables tendencias coreográficas...”.

Irónicamente podemos decir si hubiera una silla , si hubiera el paraíso, podría descansar, anhelo de todo neurótico, ”pero ha perdido la orientación” el neurótico siempre se extravía en la búsqueda de todo objeto perdido. Pero está en su habitación girando una y otra vez con paso de baile disimulado, sin poder realizar un corte a tanta repetición, si hay algo que pone de manifiesto la repetición es el desencuentro, desencuentro con la castración. Ese nadie , es ese Otro que él quiere a todo costo sostener es esa su finalidad utilitaria, responder a la demanda del Otro, no sea cosa que el se haga cargo de su deseo y responda a paso de bailes coreográficos, entonces sí habría un culpable por el solo hecho de la operación de separación.

Seguimos avanzando “...le duele a tal punto que renuncia a quitarse el pulóver, .. sigue girando en medio de la habitación , si es que está porque ahora alcanza a pensar que la ventana ha quedado abierta y que es peligroso seguir girando a ciegas...” le duele pero renuncia a quitárselo, no está dispuesto a dejar algo de dicho goce, sigue girando en su habitación, pero como toda repetición exige algo de lo nuevo. Corte necesario para que advenga un sujeto ,veremos como termina este personaje.

El cuento termina diciendo”...y ve la cinco uñas apuntando a sus ojos, vibrando antes de saltar contra sus ojos, ...y la baba azul le envuelva otra vez la cara , mientras se endereza, para huir a otra parte, para llegar por fin alguna parte sin mano y sin pulóver, donde solamente haya un aire fragoroso que lo envuelva y lo acompañe y lo acaricie y doce pisos...”Huir es la salida que encuentra para llegar alguna parte sin pulover, sin el Otro, el sujeto se arranca del Otro dándole la espalda como intento de separación .Presa de una dificultad extrema para hacer frente a la escena, el sujeto se identifica en forma absoluta a la causa de su deseo en tanto rechazada. En el pasaje al acto la causa del deseo se libera dice Lacan pero por medios que nada tiene que ver con ella.

Frente a lo imposible de simbolizar(Muerte, sexualidad) , responde como sustracción a lo insoportable, otorgándole un significante., es así una manera de reintegrar al Otro lo imposible, el precio de la propia vida. Salir de la escena. ¿Hace falta suicidarse del Otro cuando el Otro no existe? O el suicidio es el único acto que tiene éxito sin fracaso.

Ese cuerpo es la prenda que se entrega a cambio de la deuda, deuda que todo sujeto hereda por la falta instituyente, condición de parletre, su falta en ser ,el pago es una renuncia, para vivir hay que pagar, una libra de carne que se libra en las manos y en la voluntad del Otro. Con el suicidio se materializa la suspensión de pagos.

“El fracaso del inconsciente es el amor”. El amor viene a remediar aquello que el inconsciente, en tanto lugar de deseo, nunca alcanza como completud (6). Para este sujeto acudir a una cita de amor, hacer de su mujer objeto a causa de su deseo, lo reencontraba con su propia falta.

Si “entre el hombre y la mujer

Está el amor,

Entre el hombre y el amor...

Hay un mundo

Entre el hombre y el mundo

Hay un muro”

Muro que no es más que la castración, en lugar de una cita fallida encontró un pasaje al acto. Dispongan de mí “no se culpe a nadie”.

OLGA CUADRA.

NOTAS:

(1) Margarita Duras, Escribir, editorial Tusquets

(2) Jacques Lacan, La función de lo escrito, Seminario 20 Aun, Editorial Paidós

(3) Jacques Lacan: Lituraterre, op.cit,p.8

(4) Córtazar,Julio: Final del juego, “ No se culpe a nadie” editorial Alfaguara

(5) Lacan, Jacques Seminario 20 Ed. Paidós pág.

(6) Isidoro Vegh El prójimo, Enlaces y desenlaces del goce, ed. Paidós, pág.72