Análisis de control. Cristina Marrone - Verónica Cohen - Isidoro Vegh

Coordinó: Mónica Marciano
(*) Panel de Cierre del Coloquio de Verano 2000 "Resistencias al Discurso Analítico", Escuela Freudiana de Buenos Aires, 2000
(**) Desgrabación realizada por el Cartel de Clínica. Versión no corregida por los autores
Para el cierre hemos elegido un panel que nos traiga sus reflexiones sobre este tema. La elección precipita a partir de un trabajo de lectura del cartel de clínica. Entendemos que hay una preocupación absolutamente genuina en la EFBA. Nos parece central con relación a nuestra ética y nuestra clínica. Las razones son muchas pero en principio lo que habíamaos pensado es que si el analista es al menos dos, aquél que produce el acto analítico y aquél que hace lectura y da cuenta de él, un lugar princeps donde interrogar el acto analítico es el análisis de control, con todo lo iluminador que este espacio puede llegar a ser. Toca lugares a los qque el análisis personal no ha llegado y aún en análisis concluidos logra eficacias que quedaron pendientes o no pudieron producirse en otro tiempo.
Verónica Cohen
Empecé pensando tres personajes que serán tres semblantes de discurso diferentes, el sujeto analizante, aquel que tiene esa disposición a decir que descubre Freud, el analista supervisante, aquel que viene a decir que tiene esa disposición sobre un caso, que estaría también en posición analizante y el analista que podríamos llamar enseñante , el que escucha sobre este caso.
El sujeto habla. Sabe sin saberlo y sin saber con qué nombres se nombra. El analista que habla del caso, controla. ¿ Qué controla? Los medios de producción de ese decir. Sería saber hacer allí. Encontrar esa nueva lógica que Freud descubre, que sabe de lo sin sabido de la castración. El análisis de control no puede sustituir un análisis que es dónde el analizante adquiere el control de esos medios de producción. Es un saber sobre el corazón del inconciente, pero se trata de la extensión del discurso.
"Saber hacer allí ": no se trata de una técnica, tampoco se trata de una división entre clínica y teoría. No hay en psicoanálisis teoría sin deseo del analista, sería una filosofía. Me gusta pensarlo como una lógica que sabe de lo insabido del falo y la castración.
En el análisi de control se viene a decir un caso, pero también es en la caverna, la que habla Lacan en "Posición del Inconciente", la que se abre desde adentro solo en las sombras los restos de lo que pasa en otro lugar puede encontrar una lectura.En el análisis de control también se trata de las transferencias, transferencias laterales.
Lo que nos embaraza con la verdad como estructura de ficción.Es lo inadecuado de la cosa a lo intelectual. Responde a otra lógica. Si se trata de someterse es al deseo y no al fantasma. Ponerse bajo un significante para producirlo.
¿Qué se puede enseñar cuando alguien viene a decir de un caso?. Una lógica en juego, una concepción del psicoanálisis en la lectura de Freud que tiene Lacan. El análisis de control no sustituye al análisis. Es necesario pero no suficiente.¿ Por qué? Para poder a su vez transmitir, enseñar ese control de los medios de producción. Lo que Lacan en la Proposición ....llama el agalma del analista. Enseñar a esperar,a callar, a cortar, a no vincular saber. Una concepción que empieza con una represión originaria, lugar vacío, a partir de un trazo. El nombrar surge en el decir mismo, se traza en el decir, y se resignifica retroactivamente y resignifica eso primero. Lacan lo llamó nominación latente, corazón del inconciente, lugar de un decir que actua a posteriori. Si no hubiera esa oportunidad de que algo que se diga pueda resignificar retroactivamente, para qué analizarse? Es la oportunidad en el decir mismo. Se trata de nombrar. Lacan lo llamó nueva presencia en el mundo. Para lograr algo de eso se trata de aprender a no desorientar con el saber, con lo que conviene, etc. etc.
Por qué un analista escucha a quien controla? Será por esa lógica que es su agalma, esa lógica que no es sobre el todo,sino por otra lógica que tiene un saber sobre la ex –sistencia, no sobre el ser, sino sobre el tener y el no tener?
Esas cuestiones solo se pasan a través de un análisis, pero eso produce no sólo una deuda por el crimen, transformación de la culpa en deuda, sino una deuda con el discurso del psicoanálisis. Se escucha por que hay una razón de extensión del discurso en juego. Deuda con el discurso donde se resolvió la culpa por el deseo, deseo de muerte,el odiar, envidiar,traicionarse ceder; lo que sellama la pestilencia.
Lo que se llama supervisión o control puede ser resistencia cuando sustituye un análisis, porque impide ese camino que pone al analizante en el camino de poner en causa su deseo de analizar, su culpa resuelta en una deuda y su deuda con el discurso del psicoanálisis. Transmitir a uno nuevo algo. Un saber sobre el vacío, ausencia sobre la cual se va a construir y resignificar algún nombre a posteriori. Es retroacción sobre lo anterior para ponerse bajo ese nombre.
¿Qué enseñaría alguien que viene a decir un caso? Que surge en el decir mismo, que se traza en el decir la operación, la trama que transforma. Un analista que pasó esos pasos puede transmitir ese saber hacer allí.
La cuestión pasa por lo que se aprende del propio inconciente en el análisis del analista y en el análisis de control, su transferencia lateral. Pero entonces es desde el propio inconciente que se puede aprender lo que llamé el control de los medios de producción de un decir.
Cristina Marrone
El análisis de control es una de las prácticas del psicoanálisis.Sin embargo, ¿por qué se tiene la impresión de que habría que justificar su existencia?. Se podría prescindir de él siempre y cuando eso sea la consecuencia de haberse servido de él. ¿Por qué? Me voy a apoyar en Safouan "Lettres" EFP 1974 . " La estructura interna al análisis de control permite situar cierta cuestión esencial y es que la transferencia surge siempre sobre el fondo de la contratransferencia y que aquello que el analista le demanda a aquel que efectúa el análisis de control es la lectura de esa contatransferencia. Pero la eficacia solo se logra si se efectúa la conmoción de la categoría del poder como tal". ¿ De qué poder se trata? Cómo entenderlo? Ese poder se encuentra situado en franca oposición a la eficacia del acto. Conservando el escalonamiento que Lacan propone entre los tres términos freudianos . inhibición, síntoma y angustia, propondría a la inhibición como el concepto que concierne insistentemente a la práctica del control; y que ese poder que es preciso conmover para permitir la eficacia del acto debe ser puesto en la cuenta de la inhibición que afecta a la posición del analista bajo un modo particular. Acaso no se juegan el síntoma y la angustia para quien relata en la experiencia en control? Indudablememte que sí.Pero quién acude a esta experiencia no está allí buscando un cambio en su posición subjetiva, no está allí buscando el significante que lo represente para otro sino qu está allí por su posición de analista, posición de objeto en el fantasma, objeto del que intenta tomar el relevorespecto de su paciente. Posición desde la que, en
transferencia horada el sentido en la extracción de la letra, cuando puede. La inhibición se opone al acto como núcleo residual de goce, como tapón. Es el concepto que nos conduce no solo a la parálisis del yo y sus funciones tal como nos la demuestra el padecimiento de la neurosis obsesiva sino que ese estatuto de tapón concierne al objeto en lo más inercial de la gramática del fantasma. Recordemos una de las últimas apreciaciones de Lacan sobre este tema cuando se vuelve a preguntar qué es la inhibición. " Lo real hace que giremos en círculo, se nos escapa y es debido a eso que la inhibición se produce en la hiancia entre lo imaginario y lo real. Ahora bien si la inhibición se produce en dicha hiancia es en tanto en la cuerda de lo real el goce se acumula con la consecuencia de su adherencia a la imagen y la marcada detención ante el agujero de lo simbólico. En esos momentos la imagen no queda engendrada desde el agujero o lo que es lo mismo: la posición del analista no bascula como semblante entre no saber y no ser. Esta es la cuestión del análisis de control, ya que si bien ese agujero de lo simbólico se despeja fundamentalmente desde el análisis del analista, eso suele no alcanzar porque el poder que no es otro que del goce lo pone constantemente en peligro en el encuentro cada vez renovado con el fantasma de su paciente. ¿Cómo despejar ese agujero desde la segunda escucha que implicaa el análisis de control en transferencia?. En "El problema económico del masoquismo" permite avanzar: Freud señala que el masoquismo erógeno acompaña a la libido en todas las fases de su desaarrollo, toma prestados sus cambiantes revestimientos psíquicos. En consecuencia en cada una de las estaciones del "tour" de los objetos de la pulsión oral ,anal ,fálico, invocante y escópico habría un sedimento masoquista. Dicho sedimento se expresaría como pulsión de apoderamiento en términos freudianos o mejor aún es el apoderamiento que a mi entender se hace poder de atracción, adherencia del masoquismo erógeno que puede afectar a la posición del analista en tanto objeto dell fantasma para su paciente. Allí está el poder que buscamos. Núcleo de goce de la inhibición ya que no sólo se trata para el analista de la abstinencia al poder que la transferencia le otorga sino tambien de batallar contra el apoderamiento que en su exceso puede capturarlo en su posición de objeto. ¿Cómo conmover ese apoderamiento? El poder que concierne a lo más oscuro de lo real? Domeñarlo será un trabajo a doble vía sobre el objeto 1) por el sesgo de la ternura como primera quita a las pasiones del ser , vía por la que se coharta dicho exceso aunque el objeto se conserva. 2) por el ejercicio de la sublimación acto que introduce un corte en el fantasma, allí el acto analítico del lado de la función sublimatoria implica un cambio en el "en sí " del objeto y nos recuerda que la obra de la sublimación no sólo es la obra de arte. En ella la reproducción de la falta implica un corte último. He ahí el recurso estructurante, potencia paterna ahondar la hiancia entre lo imaginario y lo real despejando el agujero de lo simbólico. El análisis de control apunta fundamentalmente a la recuperación de la invencion.
Desde la segunda escucha por un efecto sublimatorio despeja, levanta la inhibición de la primera escucha y con ello transforma lo visible en legible enfrentando así la opacidad del narcisimo. Se trata en definitiva de que esta práctica que espeja la posición del analista muda su razón última en que el psicoanálisis sea restituido, producido nuevamente en el ahí de cada ocasión.
(Lectura de un apólogo)...... Momo, como el analista, es convocado a despejar la grisedad opaca del narcisimo en la cronicidad del presente sin pasado y sin futuro en el tiempo estático de la inhibición. Por esa brecha, la que abre a la temporalidad se torna factible el acto como rescate de la invención.
Isidoro Vegh
Recién Monica dijo algunas de las razones de por qué se propuso este panel en este Coloquio dedicado a las resistencias, creo que está bien, porque si podemos reconocer en la parroquia que transitamos, la parroquia lacaniana, algo que entre nosotros se ha convertido tal vez en una inhibición, como dice Cristina,( tal vez acá me refiero a otra inhibición). Quizás la convirtamos en síntoma y podamos hacer con eso algo mejor.
Quiero decir que como tantas veces lo dijimos, responder a un error con una posición simétrica no es sino quedar inmersos en un error simétrico . Sabemos que la IPA aún hoy, sigue exigiendo a sus candidatos dos controles que son obligatorios, que tienen que ser aprobados, que tienen que realizarse con algunos de los analistas indicados. Bien sabemos que todo aquello que tiene que ver con el deseo del analista no puede constituirse bajo el modo de un procedimiento burocrático, pero de ahí a creer que eso se resuelve obviando su práctica es simplemente cometer otro error, y creo que en nuestra parroquia el error que se cometió fue entonces dejar de lado la práctica del control que fue unos de los pivotes que Freud introdujo.
Según Jones, Steckel que era paciente de Freud, cuando termina o suspende su análisis, en ese tiempo no se discriminaba mucho, es quien le pide hablar de sus pacientes, y a partir de ahí Freud descubre que ese era un camino válido para la formación del analista.
Lacan en eso siempre fue clásico y lo mantuvo del mismo modo, asá como mantuvo la palabra didáctico y creo que para nosotros también puede ser válido.
Lo digo de este modo, que el análisis de control no sea obligatorio no quiere decir que no sea necesario.
¿ Cuáles serían las razones estructurales para que además de que un joven analista, haga su didáctico, cosa que todos reconocemos imprescindible, también sea necesario el análisis de control?. Como decía Verónica Cohen, no son igualables, son diferenciables.
Pienso que hay razones contingentes, temporales y hay razones necesarias,estructurales.
En relación a las primeras , que son las más simples de reconocer, es que es muy raro, casi no sucede, que alguien comience su práctica de analista al final de su análisis. Lacan en la Proposición nos enseña que el final de análisis es cuando el analista pasa de la posición de analizante a la posición de analista. Eso en términos de derecho, pero en términos de hecho no sucede. Yo no hice así mi recorrido y supongo que la mayoría de ustedes tampoco. Esta es una razón casi de orden práctico que hace que el analista lleve a control sus obstáculos en su práctica, pero este es un aspecto de la cuestión, el otro, es aún más importante. Es aquél que aún para el que terminó su análisis, quizás con más comodidad haga unanálisis de control, son razones necesarias, estructurales.
¿Qué quiere decir que son razones estructurales?
Me parece que Lacan cuando avanza en su teoría y llega a proponer el Sinthome, el cuarta anillo como parte de la estructura, es su manera de decir, que hay algo en la estructura que es fallido y que sólo se resuelve en lo real. Porque el sinthome implica algo que se juega en lo real. Para un analista podría bien ser su práctica. Entonces razones estructurales: la falla de la estructura del analista. Una falla irremediable, sólo remediable, como en cualquier análisis, si además de lo que puede hacer con su goce parasitario desde una perspectiva simbólica, también lo resuelve encausando ese goce en alguna articulación adecuada en lo real. Esta es una razón estructural. Para lo cual la práctica del analista aparece entonces como una oportunidad. Oportunidad para lo qué?. Puede ser para lo peor y será entonces el ejercicio de un goce perverso, allí puede suceder los fenómenos que describía Cristina. Un goce perverso que él sufra como inhibición o que él ejerza a su vez en sus analizantes, o puede ser, y así puede propender el análisis de control, la práctica del analista como una oportunidad de lo mejor, encause de su goce parasitario para la creación.
¿Cuál es la estructura del análisis de control?
En principio, si lo queremos recorrer desde su presentación empírica, diremos que nos encontramos con un analista que lleva por su relato lo que sucede en su práctica con un paciente a alguien que se sitúa en función de control. Tenemos entonces, el analista, su relato, el paciente al cual alude y el control.
El relato del analista a qué se refiere? Al decir, al hacer y al decir de su paciente. ¿Para qué? Puede ser para formular su pregunta, algo que en ese relatole llega como pregunta. Esto no es simple y es fácil detectar que en los tiempos del analista en su formación, a medida que avanza, le es más fácil la formulación de la pregunta.
En los comienzos la pregunta no puede formularse, lo que aparece en vez de la pregunta es la pregunta en acto najo la forma de un tropiezo. Es tarea del control poder darle a ese tropiezo el valor de una pregunta. Sería una manera de reconocer los límites en acto.
¿Cuáles serían las intervenciones del control?
Me parece que el control, es mi posición hoy, siempre parte del relato que el analista hace de su analizante. Puede ocurrir qque el analista en control, después de un tiempo, cuente cosas de su propia historia, me parece que ahí es pertinente que el control escuche, haga silencio y sólo intervenga a través del relato del paciente, no del analista.
Cuando esto no es respetado suele entonces aparecer lo que podríamos llamar una clínica del control. Cuya manifestación más clásca, es la producción de conflictos en el analista entre su análisis y el control. Empiezan a jugar cada uno como resistencia para el otro. Me parece que es una actitud de prudencia que el control sólo intervenga a travás del relato del analizante.
Se tratará de tomar lo que el analista dice como un efecto de estructura. Este es el punto clave. Todo lo que un analista dice, debemos leerlo com efecto del discurso del analizante que se presenta.
¿Cuál es la primera tarea que hoy al menos se me apareceen un análisis de control?
Lo primero sería estimular al analista a la confianza del discurso. Del suyo, del analizante. Ayudándole en la medida que él es sensible al discurso de su analizante, él porta en su propio discurso las respuestas que le cuesta reconocer y no se trata de respuestas que el control da como exterioridad, sino que le ayuda a descubrir en la secuencia de su relato.
Ayudarlo a valorar sus representaciones imaginarias, a valorar su lectura y a valorar sus afectos, como afecciones de lo real.¿Para qué? ¿Volvemos a los tiempos de la contratranferencia? De ningún modo, valorarlos quiere decir reconocerlos, aceptarlos, para cotejarlos con la letra.
Cotejar todo eso que el analista recibe como efecto sindehechar nada de lo que le sucede en la sesión:" me cansa", "amo al paciente"," me da pena"..lo que sea.
La pregunta sería ¿ qué de todo esto que me pasa es un efecto es un efecto que la letra del analizante produce en mí como sujeto del discurso?.
¿Cuál es el problema de esa letra? ¿Para qué ir al control? Porque efectivamente se juega también para el analista la dificultad que es para cualquiera el encuentro con el inconciente. El Inconciente lo único que quiere es retornar. Pero hay resistencias que se oponen a ese retorno. Y cuales suelen ser las resistencias primordiales que uno registra en un análisis de control?.
Primero y esencial: lo que diferencia al psicoanálisis de cualquier otro tipo de terapia. Dado que cualquier otro tipo suele coincidir de un modo bastante próximo a como escuchamos en la vida cotidiana, que es la escucha del sentido.
El primer obstáculo entonces a lllevantar es ayudar a que el anlista tenga confianza en la lletra que porta aún sin saberlo y si lo sabe, por supuesto mucho mejor. Tiene ago mucho más valioso que la escucha del sentido.
Segundo: a flexibilizar la teoría que todos tenemos de nuestros pacientes. Cada tanto es importante preguntarnos ¿será asi? Y la tercera cuestión, quizás la más complicada, es ayudar a cotejar lo que el analista trae como su intervención con lo que la letra misma que él porta le muestra como otro camino, a situar de otro modo su goce parasitario.
En un análisis de control no se trata de transmisión de conocimientos, no se trata tampoco de una enseñanza artesanal, es decir de un savoir faire. Se trata de un savoir y faire, es decir de un saber hacer ahí.¿De un saber hacer ahí con qué? Con su ser.
Es imprescindible que el analista tenga una buena relación con su ser, con todo su ser, con sus bondades y aún con sus maldades. Si no hay esa confianza hacia lo que su propio ser le brinda, no para la contratransferencia sino para cotejarla con la letra, es irrealizable la práctica del análisis.