PSICOANALISIS CON NINOS. Gisella Batlle

Tiempo de Lectura: 22 min.

“De la palabra a la escritura.”

La madriguera era un largo túnel que de improviso…descendía de forma tan inesperada que Alicia, sin tiempo para pensar en detener su caída, se precipitó por lo que parecían las paredes de un pozo muy profundo. “Alicia en el País de las Maravillas”. Lewis Caroll

Recorte Clínico

Me gustaría compartir con ustedes el material de Sol, una niña de seis años.

Consulta en el hospital el padre. Sol es una nena que se aísla mucho, que no se integra, tiene dificultades para hablar. El año pasado no quería ir a la escuela. No prestaba atención, había días que no hacía nada, le costaba escribir. No se vinculaba con los compañeros.

Su mamá consulta a una fonoaudióloga y a una psicóloga. En ese momento se le declara [a la madre] una enfermedad autoinmune, que ataca sus músculos, queda postrada en la cama sin posibilidad de sostenerse y caminar. Se ven obligados a mudarse a la casa de la abuela materna. Sol en ese momento deja los tratamientos y la escuela.

Cito a Francisco a una primera entrevista quien viene acompañado por su hija.

Las palabras de la niña son difíciles de comprender, a medida que transcurren las entrevistas, la palabra se aclara, y el armado del relato se hace más comprensible. Cuando no puede nombrar los objetos, los dibuja.

Dice Sol: “Unos juguetes que están. Una barbie playa. Gato Neno. Encontrar gato la ieia (la abuela)”. Sol insiste con la Barbie Playa.

Pregunto: “¿Qué pasó con la Barbie Playa?” Francisco su papá, dice: “las barbies están guardadas desde la mudanza”. Sol agrega luego: “Mamá no me deja”.

El padre comenta que a Sol le gustan las películas de Chuky, que él la lleva al cine o se las regala. Se la pasa mirando películas de terror, no se asusta, su hija menor, sí.

Dice Sol: “Son muñecos, la novia de Chuky, estaba encerrada en un cajón. Muchos Chuky. Pelo naranja, cortado con mucha sangre. Novía, pelo así …y señala mi pelo. Lo llevaron a Chuky. Se ahogó la mamá de Chuky”.

Comenta que su tío Tom, se lastimó con la silla de ruedas le salió sangre, y a ella también.

Cuenta que fue a la cancha de River con el papá y cuando la gente gritaba “lloré, me asusté, porque perdió River… me gustó”.

Dice que ella y su hermanita se pelean.

El padre comenta que la mamá está muy enferma, ahora se maneja en silla de ruedas. Ella no sabe cómo frenarlas cuando se pelean, les grita mucho.

“La está cuidando Yeia”. Dice Sol.

A Francisco se lo nota agobiado, por la situación. Comenta que Sol es una niña que comenzó a hablar tarde. Usa mal las palabras, las invierte. No hizo sala de tres. La mamá le dio pecho hasta que quedó embarazada de la más chica a quien no amamantó porque tuvo mastitis. Catalina es un balazo para hablar. A Sol la madre la tenía pegada.

Comenta que su señora está muy hinchada se ve mal, no se reconoce.

Cuando Anabella tenía 17 años quedó embarazada de Sol, se casaron y fueron a vivir a casa de la madre de Francisco. Luego de desencuentros con ella, perdieron la propiedad que compartían. Se mudaron solos. En la actualidad viven con la suegra y un hermano menor de Anabella. Ellos son siete hermanos, el padre de ella se fue de la casa cuando Anabella se casó. Tenía otra familia paralela. No se sabe como la suegra toleró por tantos años que el marido vaya y vuelva.

El padre de Francisco se fue cuando tenía seis meses. Se peleó con la madre. No quedaron fotos de él, vive en España. La madre le ha dicho: “Si querés conocerlo mirate al espejo”. Lo crió su abuela, que siempre le habló mal de él, le decía que era una basura.

Ya a solas con Sol, me pregunta: “¿esto qué es, un chocolate?”

Le digo que no, que es una plastilina para jugar. Dice “cotillo”. Cuando le nombro cuchillo, baja la vista. Se anima a modelar, y apoya un muñeco sobre la masa y dice que son “patas”. Intervengo diciendo: “La marca de las patas”.

Como se inhibe con mi mirada, le digo que no la miro. Esta posición de no mirada propició la producción de los primeros objetos y su palabra.

Sol me llama y dice: “mirá”. “Hiciste una Ce” le digo, y Sol agrega: “la Ce de Catalina”. Luego escribirá la “C” y su nombre en una hoja.

A la masa le hace marcas. Son rocas marrones, son tesoros y agua.

Comenta que fue a la pileta con papá, “mucho agua ahoga”… Intervengo diciendo: “si papá estaba te sostenía”…Y ella agrega: “papá me enseñó a nadar”.

Sigue dibujando. Dice: “Es una escalera. Está subiendo la escalera y ahora bajando la escalera,” y agrega un “Sol”. Con los deditos la sube y la baja. “¿Se la puedo llevar a mi mamá?”.

En una tercera entrevista, me dirige una serie de preguntas. “¿Esta es una mujer?”… “¿Qué te regaló Papá Noel?” “¿Se mueve este muñeco?”. “¿Porqué estas escribiendo?” “¿Qué dice acá?”. “¿Vienen otros nenes acá?”. Pregunta por la silla con mesita, donde a ella le gusta trabajar. La buscamos, y se ubica de espaldas.

Respondo a sus preguntas a modo de intervenciones que posibiliten a Sol, desplegar su curiosidad, y comenzar a alojarse en un lugar.

Hace torres con ladrillos, mira y cuenta los agujeritos que tienen dice dos, tres, cuatro. Las arma, se desarman, las junta y separa. Construye lo que nombra como “un armado” y yo nombro como “una ciudad”. Vamos hacia la ventana y miramos “la ciudad”.

En otra entrevista, se sienta lejos, en la sillita de siempre que eligió. Recorta papel glacé y lo va pegando en una hoja. Hace “una ciudad” y “un lugar vacío”.

Quiere ir al baño y me pregunta: “¿ese es el de las nenas?” y luego: “¿me esperaste?”

A medida que dibuja una nena va nombrando las distintas partes. Cuando termina dice: “Esta sos vos”.

Luego de un mes de vacaciones trae a la Barbie Playa. Recuerda el dibujo de la nena.

Luego dice que se va a llevar la cajita con sus cosas. Insistencia que se repite en varias oportunidades a la que no accedo.

Comenta que tiene Chuky. “Me gusta el terror. Chuky mató a la mamá. El hijo se enojó y peleó. Después lloraron para siempre. Le recortaron los brazos, pies, cabeza. El hijo lloraba porque la mató a la mamá. Se murió la mamá”.

Dibuja “una nena y un varón,” dice que va a ser su novio.

Dice: “mi papá no es tuyo. Chuky no te quiere te va a matar”… Le digo que me mata de jugando.

“Un día soñé con los tres Chuky. Estaba yo en los sueños”. “No te voy a contar”, me dice. Y agrega yo me voy a casar con Chuky.

Quiere mirar la caja de otro nene y no le dejo. Como insiste le digo que hay cosas que no puede hacer y otras cosas que sí puede.

De mirar la película a producir su propia película.

Arma una escena donde coloca muñequitos playmovil y el bebé, los sienta a mirar la película. En un papel glacé dibuja la película. Dice: “empieza la película, sale la película”. Comenta que “el bebé de la mamá tiene las patas muy grandes porque tiene problemas”. Mientras dibuja, dice: “el bebé está atrapada”. Le pregunto qué quiere el bebé. “Salir y listo”, y dice que “no habla el bebé”.

Intervengo diciendo: “Le vamos a enseñar a hablar al bebé, para que nos diga que le pasa”. El bebé comienza a caer. Intervengo y digo: “¡Cuidado que no se caiga el bebé!” “Se está perdiendo el bebé” dice Sol…“los monstruos los llevaron, quieren atrapar al bebé”. Entonces lo ubica al bebé entre la madre y el padre y dice: “La mano monstruo va sobre toda la familia”. Intervengo y digo: “A los monstruos los ponemos en la bolsa y vamos a poner fin a la historia”. La película continúa, la mamá y la nena se caen por la ventana. Sol ahora pide ayuda y cierra la ventana. Yo le digo: “fin por hoy”. Ubica los muñecos en su caja y al dibujo de los monstruos en mi bolsa.

En la próxima sesión produce variantes en la escena. Ubica al “bebé de la mamá” a upa del papá, pero ahora el bebé sueña, y en sus sueños tiene miedo al monstruo, se quiere tirar a la pileta. Llora porque matan al papá y a la mamá. Finalmente, Sol es la que separa con la “bolsa pared” a la familia, de los monstruos. “El bebé inventaba”...

“Que duerman bien, hasta mañana”… “Ahora, dice Sol, puedo seguir dibujando”.

Con sus intervenciones el analista posibilita el armado de escenas, permite así al niño articular fantasía, sueño y realidad. La ficción posibilita que algo de lo Real se suba a la escena, produce el anudamiento a lo Simbólico. Alguna verdad en juego se comienza a construir dando lugar a una nueva escritura.

A los tres meses de empezado el tratamiento asiste Francisco a una entrevista.

Dice: “El año pasado cuando se enfermó mi mujer se vino todo abajo”.

Tuvo una Pesadilla, en que Chuky la rasguñaba con un cuchillo.

“Ahora Sol, elige la ropa, se mira al espejo. Me abraza y me dice te quiero papá, antes no se acercaba. Catalina en cambio siempre estuvo conmigo”.

“Mi señora ya puede venir, camina pero no sube la escalera”.

Dice Sol: “otra película de terrores, se acabarán” y tira a la basura el “dibujo de los monstruos”.

“Chuky, y la novia de Chuky… Chuky es malo, con un cuchillo en la novia”.

“Chuky mata a toda la gente, hace mucho lío”.

“La novia de Chuky tiene un vestido de casada. Un día me lo quiero comprar”.

“Cuando termina se dan un beso. Mamá no me deja mirar”.

“Después el hijo mata a Chuky, porque Chuky la mató a la mamá. Después lloró el hijo porque lo mató”.

La insistencia de Chuky se hizo notar en los primeros tiempos del análisis. Mi posición fue mostrar interés por este personaje, me ubiqué desde un no saber sobre Chuky. Las películas de Chuky le permitían contactarse con algo que le venía del padre, padre que había quedado interceptado por la madre.

Lo pienso como un tránsito por lo edípico. La niña se sirve de las escenas de la película que le posibilitan el dibujo y su palabra. Su lenguaje deshilvanado, a veces confuso, condensado, decían de la dificultad en su constitución subjetiva.

Me interrogaba, cómo jugaba en ella el apego a su madre, la tardía entrada del padre, y la enfermedad actual de su madre, su caída. Pienso también que Chuky representaba algo de ese horror familiar, que se mostraba en la escena familiar sin velos.

La ficción posibilitó en este caso, el pasaje de ser mirado por la escena, a mirar la escena.

El relato de las películas, permitió la creación de nuevas historias. Dibujos de varones y nenas. Y el armado de un dibujo final con Chuky, el hijo de Chuky y la novia, dibujo que realiza durante varias sesiones donde pega una cajita con basuras, y trozos de papel higiénico en la cara de los novios, tapando su mirada.

Ya finalizado el dibujo, comienza a mirar y a hablar con entusiasmo de un cuadro que se halla en la pared del consultorio, “La Primavera” de Boticelli.

Conozco a la mamá de Sol. Me comenta que la niña tiene fibrocitosis congénita. La heredó del papá. La tienen que operar, sacarle el bazo. Le hacen a menudo análisis de sangre.

Comenta de su enfermedad de lo mal que se veía…Cuando lloraba, Sol lloraba con ella.

“Sol antes cuando se ponía loca tiraba cosas. Ahora le pongo límites, saco el cinto, grito para no pegar”.

Sol empezó a ponerle nombre a las cosas. Antes muñeco era muñeco, oso era oso.

En una oportunidad le ofrezco ayuda para bajar la escalera. No acepta y dice: “Me sostengo en Sol”, y así lo hace.

El lugar de las caídas se precipitó en el análisis.

Las Torres que se habían afirmado, en el análisis, posibilitaron posteriormente jugar a las caídas. Le pregunto a la niña ¿Me parece Sol que estás jugando a que las Torres se caen? Dice Sol: “Cuidado señor no se caiga, lo voy a matar a palizas… me estoy enojando… y agrega ... sí no se caen más”.

En esta sesión había hablado de las casas en las que vivió.

Mientras comenta: “Quiero otra escuela. La maestra me reta porque está mal el trabajo. No fui a la escuela me quedé dormida”. Sol saca un hojita y realiza un dibujo y un relato que me sorprendió. Lo llama “La tormenta y el agujero”. Va a preguntar al papá y vuelve. “El agujero que se cae la nena”. Dice: “Se caía al pozo la nena, había agua” Le digo: “nadie le avisaba a la nena que había un pozo. Que la busque el papá”.

Insiste que la nena se cae al pozo. Hacemos un cartel que diga pozo. Ella dice: “con la Z del Zorro con el palo ahí”. La nena se seguía cayendo, soñaba. El bebé se iba a dormir con la mamá para no soñar. Intervengo: “El papá no lo deja dormir con la mamá”. Dice Sol: “El bebé llora, tiene que dormir en su cama”. “La mamá estaba en el pozo. Se murieron todos y el bebé se quedó solo”.

En otra ocasión produce una variación, saca el dibujo del agujero y dice: “El bebé no ve nada. La nena no se quiere caer por el agujero. Pa, pe, pi, po, pu. El bebé se cae es chiquito, la cuerda lo salva. La nena sale rápido del agujero”. Sol dice que el cartel la nena lo tiró y tapó el agujero. “La nena le tiene miedo al agujero. Esta película no la vemos más. Lo vamos a tapar. Nos escondemos y va ser de mentira. Yo quiero que no nos vea más el agujero”.

El niño se halla ubicado en una posición de síntoma para los padres, cuenta con la posición fantasmática de ambos padres. El análisis le posibilita hacer algo con eso, comenzar a constituir su propio fantasma.

Mientras tanto Sol... Corta, pega, escribe, y nombra.

Dibuja lo que llama: “Un fútbol”. Hace un rectángulo en ambos lados de la hoja y lo recorta. Hace una nena con una línea de puntos separados y dice: “La nena va a caminar, a ver a su papá a la cancha” y agrega luego:“Está feliz porque está en la cancha el Papá”. Va uniendo la línea de puntos del dibujo de la nena la transforma en una línea continua, la nena comienza a tomar cuerpo.

Luego corta las cuatro puntas de una hoja. La pega a una hoja, escrita por mí. Escribe la fecha y Sol, y en columna GISOL, GISEL, y SOL.

Toma otra hoja, la corta en dos. Con la parte mayor hace el tiburón gigante con dientes filosos para comer pescados y el tiburón chico, que come chiquito. El chico está a upa del grande. Como el chiquito se lastimó lo vamos a operar.

Sol me comenta que tiene la película de Memo y nombra con claridad y facilidad un montón de películas más.

Dice Sol: “No es un dibujo es un trabajo”.

Me pide la birome con la que escribo, con ella escribe la fecha y su nombre. Hace tres conjuntos. El primero con un muñequito adentro y pone abajo en un recuadro el uno. Luego un segundo conjunto con un muñequito chico entre los dos grandes, y abajo en un recuadro el tres. Y por último un tercer conjunto con dos muñequitos, el dos recuadrado. Atrás de la hoja hace un conjunto con “una nena en una bolsa”, “está solita” dice. Me pide los tiburones de la sesión anterior. Cuando se los traigo, se había subido a una silla, mira un afiche y comienza a nombrar una serie de cosas que estaban en él.

La niña va al encuentro del padre, este encuentro propicia el corte con la madre, su salida. El analista desde un lugar de suplencia posibilita la Nominación, aporta la letra y el Nombre. Sol comienza a cortar, pegar, escribir y nombrar. Hace un trabajo en la estructura, el de recortar el uno, el tres, el dos.

“Sangre rojo”

Sol no nombraba el color rojo, al rojo le decía sangre, cosa que impresionaba mucho a la maestra. Sol lloraba mucho cuando le sacaban sangre. Desde chiquita quería ir solo con la mamá.

Dice Sol: “Un día me pinchó una aguja”. Que aguja?, pregunto. “Para sacar sangre, no me dolió, miré a la ventana, entré con papá, no quería sola”. “Este se llama sangre”. Ah! Le digo: vos al color rojo le decís sangre. “Y al verde le digo pasto” dice Sol sonriendo.

Dibuja en el medio de la hoja un ojo en rojo. Y dice: “la sangre del ojo” “¿dónde podemos hacer a mamá”?Le digo: “Hay que empezar a olvidarse un poco de la mamá, para poder hacer las cosas”. Dibuja la mamá en rojo, y dice: “Muy grande se muere. Papá es grande no se murió. Mi pierna grande creció. Mi hermanita hasta acá. Pelo tan largo, le está creciendo”. Luego escribe Sol y Catalina y el apellido. Dice:“Mi apellido, y luego: “El apellido de Catalina es igual al mío”.

Un día Sol está muy enojada. Agarra un clavo grande y mientras agujerea, dice que no le gusta la sangre, no le gusta que le saquen sangre, que la pinchó a la doctora, que la va a matar, porque le dolió mucho. Está también enojada con la mamá. A mamá, le gusta sacar sangre. Intervengo diciendo: “a mamá le gusta, y a vos no te gusta”. Sol se sube a la silla y lee con entusiasmo un afiche con varias palabras escritas, aquel afiche que ya conocía.

Este “sangre rojo”, coagulado de los inicios, holofraseado logró separarse, los significantes comenzaron a hacer cadena. Esta cristalización de la letra del cuerpo como organismo, perdió su fijeza y dio lugar al cuerpo simbólico.

La historia del Pirata Abuelo

Dice Sol: “El pirata que se fue con otra. Se fue a Paraguay con otra mujer. Se enojó porque se fue con otra, dejó su tesoro” y tira al pirata, se hace la enojada

En otra sesión Sol canta con alegría …El chamamecito, el chamamé y dice:

“El pirata que va a matar al bebé. Lo va a mentir tiene chocolate, lo va a mentir todos los días, ese abuelo pirata mentiroso”. “No es abuelo. El nombre es pirata y el apellido abuelo. Tiene hijos muy malos, los hijos de muñecos. El nene sabe el camino para escaparse. Se puso malo el bebé, y los puso de muñeco”. Le pregunto a Sol... “Alguien los puede ayudar para hacerlos persona”. “Pony les da un beso y se hacen de verdad. Con un beso los hace vivos”, dice Sol.

De las mariposas con las antenas rotas, a la nena con pichín.

Sol dibuja dos mariposas con las antenas rotas, se le rompieron con un árbol.

A ella se le ocurre llevarlas a un Doctor Mariposa para que se las arregle. “Un Doctor con un ojo grande y unos lentes grandes para ver mejor”.

Al lado de las mariposas dibuja mientras se ríe, “una nena con pichín”. Cuando intervengo y le digo los nenes son los que tienen pito y las nenas y las mujeres no tienen. Sol comienza hacer trazos de sangre en la panza de la nena.

A la sesión siguiente ni bien entra tira ese dibujo y otro más. No los quiere más en su carpeta. Juega con un pirata que se enamoró de una bruja esposa. Y al final de la sesión también lo tira.

En la sesión siguiente Sol recorta de un block una tira de papel, quiere hacer una cinta, que decora, cambia de opinión y dice es un cinto. Luego se le ocurre que puede hacer de eso una pulsera para su mamá. Intervengo diciendo: “De la cinta al cinto, del cinto a la pulsera de mamá”.

Cuando va decorando la pulsera de mamá, me pide cinta scotch.. Saca los marcadores de su cajita y los deja sueltos. Quiere tirar la cajita a la basura y se la retengo después de decirle que los marcadores están mejor sueltos para poder pintar y le muestro que se puede hacer con la cajita. Dice Sol: “una casa”.

Al comentar con la mamá cuál va ser el analista de su hija menor. La niña le muestra a la madre lo que se puede hacer con la cajita. La madre dice: “lo que pasa es que yo les tiro todo, no tenemos lugar”.

Si bien el tratamiento continúa, el trabajo con los padres, se torna por momentos difícil.

Anabella comienza a mirar mal a la maestra de su hija y decide sacar a su hija de la escuela. Al no conseguir el pase tan fácilmente, la niña queda un tiempo a la deriva, sin escolaridad. Sol se ha visto sometida a cambios de casa, de barrio, de colegio.

El deseo del analista se juega frente a las imposibilidades de los padres y del niño, obstáculos que la clínica nos presenta como clínica de lo Real.

El análisis con niños comienza intentando producir algunas marcas que posibiliten el acceso a lo simbólico, la ficción lo hace posible. La marca se produce con la tachadura de la huella. Un análisis posibilita la inscripción de marcas que se van articulando.

De una letra fijada se produce una letra que se despega y se despliega, una escritura nueva. La letra que permite el juego de la cadena significante, que posibilita que el sujeto advenga.

Gisella Batlle

Reunión Lacanoamericana de Psicoanálisis, Florianópolis, Brasil. 2005