DESPUES DEL FANTASMA, LA PULSION. Isidoro Vegh

Voy a trabajar el après, es decir, el después. Las citas que voy a hacer son apenas cuatro de la última clase del seminario de Lacán, menos de media página. Las voy a leer en francés y luego diré su traducción.

Dice Lacán:

"Pour vous donner des formules-repères, je dirai – si le transfert est ce qui, de la pulsion, écarte la demande, le désir de l’analyste est ce qui l’y ramène."(1)

"Para darles fórmulas que sirvan de referencias diré -si la transferencia es esto que de la pulsión, aparta la demanda, el deseo del analista es lo que la vuelve a acercar"(2)

DEMANDA-PULSION

Esta frase fue para mí, desde el comienzo, muy oscura. Hoy se me ocurre proponerles: si el deseo del analista es el que acerca la pulsión a la demanda, si es un efecto que lo produce, el deseo del analista debiera ser algo bueno. Mientras que si la transferencia la separa cabe pensarlo como un efecto a resolver.

Me evoca a Freud cuando dice que no se puede tramitar nada en ausencia y me recuerda a Lacán cuando dice que el segundo tiempo lógico de un análisis invoca al analista como presencia. ¿Qué puede significar de bueno acercar la demanda a la pulsión?

La demanda en la teoría lacaniana tiene dos valores. Uno es el de la serie de las demandas que el analizante formula en sesión, es lo que Lacán escribe en el toro, la serie de vueltas alrededor del alma y que al final culmina en una vuelta alrededor del eje que precipita el deseo. No estaría mal que el sujeto descubra que la serie de sus demandas está comandada por una pulsión que él ignora. Pero puede haber otra posibilidad que me parece que también es sostenible.

Cuando Lacan escribe la fórmula de la pulsión (Sujeto losange Demanda) también nos dice que el sujeto de la pulsión es un sujeto acéfalo, su cabeza no conduce, se trata de la demanda que viene del Otro. Sabemos que esta es una de sus tesis importantes: también la pulsión se inicia en la demanda del Otro. Entonces, que el sujeto descubra que esa pulsión que lo habita de una manera demoníaca se origina en demandas de su historia es una posibilidad de que dejen de tejer un destino irreversible, que pueda con eso hacer algo mejor.

Ahora, ¿por qué Lacan viene ahora con esto?. Creo que en la segunda frase está la respuesta:

"C’ est au-delà de la fonction du a que la courbe se referme, là où elle n’est jamais dite, concernant l’issue de l’analyse. A savoir, après le repérage du sujet par rapport au a, l’ expérience du fantasme fondamental devient la pulsion. Que devient alors celui qui a passé par l’expérience de ce rapport opaque à l’origine, à la pulsion ?" (3)

"Es más allá de la función del a que la curva se vuelve a cerrar, allí donde ella no es jamás dicha, concerniente a la salida del análisis. A saber, después de la ubicación del sujeto con relación al a, la experiencia del fantasma fundamental, deviene la pulsión. ¿Qué deviene entonces aquél que ha pasado por la experiencia de esta relación opaca al origen, a la pulsión?"(4)

¿Qué nos dice esta frase? Que el análisis en su fin no se iguala a una mística de la negación. El fin del análisis no es el encuentro con la nada. El fin del análisis es un encuentro distinto con la pulsión, que puede bailar el tango de otro modo. Por eso la pregunta ¿qué pasa con el sujeto en su relación a la pulsión cuando atravesó el fantasma fundamental?

Dice Lacán, entonces:

"Comment un sujet qui a traversé le fantasme radical peut-il vivre la pulsion? Cela est l’au-delà de l’analyse, et n’ a jamais été abordé." (5)

"¿Cómo un sujeto que ha atravesado el fantasma radical puede vivir la pulsión? Esto es el más allá del análisis y no ha sido jamás abordado"(6)

Me pregunto: ¿está más allá del análisis? Soy un poco confianzudo, dicen mis amigos, especialmente con aquellos que quiero, y yo lo quiero a Lacán. Entonces, me imagino que lo tengo al lado y le digo:

‘Maestro, ¿y por qué fuera del análisis?’. Entonces, Lacán que me escucha, me contesta:

"Il n’ est jusqu’ à présent abordable qu’au niveau de l’analyste, pour autant qu’il serait exigé de lui d’avoir précisément traversé dans sa totalité le cycle de l’expérience analytique".(7)

"No es hasta el presente abordable más que a nivel del analista, en tanto que a él le sería exigido haber precisamente atravesado en su totalidad el ciclo de la experiencia analítica". (8)

Esto entra en el análisis si no nos hacemos los distraídos, surge entonces una posibilidad muy humana, que nos habita a todos a comentar: -‘¿Lo viste a X? ¿No te parece que le falta un poco de análisis?’. Puede ser que sea el efecto de una mirada maligna, el efecto de un prejuicio sometido al ideal, pero también puede ser verdad.

¿No han visto analistas con mucha experiencia, que conducen muy bien sus análisis, que podemos suponer que ciertas cosas esenciales de su vida muestran un deseo orientado, pero que en la escena pública, en lo que Lacan dice más refinadamente ‘lazo social’, son personajes bizarros? No lo podemos negar, y en la parroquia lacaniana -como no se ocultan tras el ideal del burócrata de la I.P.A.-, abundan. Bien, hago una propuesta, ¿no será que le falta el último tramo del análisis? ¿Cuál sería su lógica?

Vuelvo a una frase de Lacán:

"La boucle doit être parcourue plusieurs fois. Il n’y a en effet aucune manière de rendre compte du terme de durcharbeiten, de la nécessité de l’élaboration, si ce n’est à concevoir comment la boucle doit être parcourue plus d’une fois". (9)

"El bucle debe ser recorrido varias veces. No hay en efecto manera alguna de dar cuenta del término durcharbeiten, de la necesidad de la elaboración si no es concibiendo como el bucle debe ser recorrido más de una vez".(10)

Mi propuesta: al menos para quien se propone como analista sería necesario recorrer el bucle varias veces. ¿Qué quiere decir la travesía del fantasma?: que el sujeto se ha liberado de la fijación a un goce por lo cual también se encuentra con goce disponible.

¿Y dónde encuentra el parlêtre canales privilegiados para sus goces si no es en el encuentro con los otros, incluso en el cuerpo del otro?

Eso se llama prójimo. Lacán decía que no tenemos que horrorizarnos como Freud ante la máxima cristiana "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No quiere decir "amarás al semejante", el prójimo no es el semejante, es el otro cuando lo invoco a un cierto lugar.

Nada asegura el resultado. Lacan mismo dice que "el prójimo es la inminencia intolerable del goce". También el prójimo puede ser quien me asegure el mejor lugar para el encuentro con eso que anuncia la máxima cristiana, el ‘ti mismo’. "Ti mismo" que no es el Yo, más bien se acerca a eso que Freud llamaba "Kern unseres Wesen" que quiere decir ‘el núcleo de nuestro ser’. Cuando invocamos al prójimo en el buen lugar, el otro elevado a la dignidad del prójimo nos ayuda a remediar la falla y nos permite reencontrarnos con la falta.