TRANSFERENCIA Y SINTOMA. Eva Lerner

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La transferencia es la bisagra para que la experiencia psicoanalítica sea posible, es decir para que sea efectiva, por lo tanto no nos es ajeno propiciar su instalación. La presencia del analista es el lugar donde ella se sostiene.

Sin transferencia la interpretación, intervención o escansión no son efectivas y hasta pueden ser fácilmente objetables y arbitrarias.

Desde Freud, aquel que sin dudas puede establecer la neurosis de transferencia necesaria para la cura psicoanalítica es el neurótico.

La diferencia fundamental entre Freud y Lacan relativa al concepto de transferencia se sostiene en que para Lacan la represión secundaria freudiana no es más un concepto fundamental del psicoanálisis, de eso se desprenderá entonces que la transferencia no será más repetición y rememoración en la persona del analista de lo reprimido: la transferencia será desde Lacan la puesta en acto de lo Real del inconsciente para que acontezca el "Wo es war, soll ich werden freudiano".

Cuando la transferencia le hace sitio al analista, podemos decir que el analista, como el pintor en el cuadro Las Meninas de Velázquez, forma parte del cuadro como lo trabaja Lacan en su seminario.



Para diferenciar el estatuto del síntoma aislado como lo propone el campo de la psiquiatría, del síntoma para el psicoanálisis Lacan propone darle al síntoma su estatuto como definiendo el campo de lo analizable y para ello esta práctica de bla, bla, bla, que es el psicoanálisis.

Es decir que cuando se trata del síntoma es cuestión de develar un enigma en el saber. En tanto el analista acepta esta indicación de la cual es portadora el síntoma, completa el síntoma, es decir, forma parte del cuadro.

Lacan supo desplazar el fundamento de la transferencia de la concepción de la sustitución de persona a la del sujeto supuesto saber.

Mchas veces, además somos convocados a operar antes de entrar en el cuadro, antes de que se instale la transferencia y permita que comience la cura, cuando en lugar del enigma en el saber que lleva a la consulta, se trata de un saber del que no puede decirse casi nada, al menos en forma de pregunta, de implicancia subjetiva mínima, condición para que un psicoanálisis pueda comenzar, como en otros casos, bajo la pregunta: Qué tiene que ver Ud. Sr. con el desorden del que se queja?

Abundan hoy aquéllos casos en los cuales la posición de un analista se ve en el brete de tener que operar en la consulta de emergencia cuando no se trata de psicosis, sin que la transferencia esté instalada y muchas veces como condición para que esta se instale.

Podemos situar tres casos en los que el síntoma no se presenta metaforizable y por lo tanto interpretable y que un analista debe operar para que, precisamente, algo de la transferencia se instale y así queden validadas intervenciones que llevarán a metaforizar el síntoma:

  1. aquéllos consultas en las que se trata de una legítima prisa subjetiva por recuperar la condición deseante perdida o en vías de perderse.
  2. Las así llamada neurosis narcisistas en las que un borde simbólico falta al estatuto de lo imaginario y lo real hace acting out en el mejor de los casos cuando no pasaje al acto.
  3. En las fobias. Ya la genialidad de Freud nos enseñó las dificultades de metaforización del síntoma fóbico en el Caso Juanito, y la metonimia del "Wegen dem ferden".

No es el saber inconsciente el que hace al síntoma analizable e interpretable, ni atribuye un sujeto al saber sobre el padecimiento.

Es la neurosis. Es el enigma en el saber el que se lo atribuye al analista. Y es esa atribución del saber el que lo hace amable.

Ya Freud en la última de sus "Conferencias de introducción al psicoanálisis “decía que el analista debía "apropiarse de los síntomas", entrar en el cuadro, diríamos hoy.

En principio, las posiciones del sujeto en relación al saber son muy variadas. Cuando alguien consulta, en el mejor de los casos, es que le ha llegado el momento de buscar alguna respuesta para el enigma que le propone algún padecimiento subjetivo. Algo le hace pregunta, pero que dirija su pregunta al consultorio de un psicoanalista no implica en todos los casos que pueda suponerle un saber y sobre todo que el analista pueda registrar algún dato de que la transferencia esté instalada.

Cuando podemos situar algún significante de su instalación, como en el ejemplo que relataré a continuación, podemos decir que el tiempo de las entrevistas preliminares, en las cuales deberán cumplirse además otros requisitos ha llegado a su fin.

Una analizante que llegó al análisis luego de concluir un seminario que yo dictaba y al que ella asistió, es decir que la transferencia se gestó en otra escena previa a la escena analítica y luego de situar las razones por las cuales quería analizarse y relatar los síntomas que la aquejaban ya que conocía que en la experiencia se trata del valor homofónico y equívoco de las palabras comenta que eligió analizarse conmigo porque se imagina que soy un "pan de trotil".

Si en lugar de detenernos en la inquietud que genera la reflexión acerca de la imagen que uno pudiera estar dando, de dinamita, que puede o no responder a las propiedades puntuales en las que el analista se reconoce como sujeto, y se detuviera a teorizar acerca del sujeto supuesto saber que debe propiciar la transferencia desde este significante, llegaría a otorgarle el estatuto de significante de la transferencia.

No se trataba por cierto de mis atributos, sino de la expectativa que me otorgaba al suponerme saber dinamitar con un pan de trotil un espacio subjetivo y fantasmático tan adherido al Otro que solo podría separase así.

El significante de la transferencia si es leído así por el analista puede convertirse entonces en un significante separador que da cuenta de la adjudicación de un sujeto al saber. Saber acerca de cómo dinamitar con trotil lo que seguramente está fuertemente adherido. Se convierte así el riesgo de instalación de una transferencia imaginaria en una transferencia simbólica. Lectura del significante de la transferencia, que puede ser cualquiera pero que en este caso fue este y acompañó cada uno de los tiempos de la cura.

Eva Lerner

Intervención en el Panel: "Transferencia y Síntoma" junto a José Zuberman, Rolando Karothy y Norberto Rabinovich. 1er. Congreso Internacional de Psicoanálisis: "La transferencia en la clínica psicoanalítica. . . y en el psicoanálisis en extensión"; Universidad Andrés Bello. Escuela de Psicología, Campus Viña del Mar, Chile, 7, 8 y 9 de junio de 2002

Palabras Clave:

Significante de la transferencia. Significante cualquiera. Instalación de la transferencia. El analista forma parte del concepto de inconsciente. Rememorar. Repetir. Equivocación. Instalación de la transferencia. Transferencia imaginaria y simbólica. Síntoma. Metáfora. Comienzo de análisis. Entrevistas preliminares.