Cuando hablamos de variantes de la cura tipo – considerando que Lacan dice que un psicoanálisis tipo no es la cura que se espera de un psicoanalista- (1) invita justamente a considerar en las variaciones, en el caso por caso, los fundamentos de la cura, como un modo de responder a la pregunta "si todavía estamos en el psicoanálisis".
Pero no en la búsqueda de una normatividad para todos los casos. Orienta en este sentido lo que plantea en el mismo texto - cuando refiriéndose a la producción presentada por los analistas de la IPA en un Congreso- dice: "la debilidad de la invención ha ocasionado pocos destrozos en los conceptos fundamentales" a partir de lo cual podemos leer que no es justamente la norma sino la invención lo que torna vigentes a los mismos. Por esto con esta pregunta estamos en la dimensión de la ética. Podríamos decir que situar los fundamentos es una apuesta a que –a partir de la consideración de los mismos- haya lugar para la creatividad. Lacan dijo yo soy freudiano, les toca a ustedes ser lacanianos. El invento de Lacan es el objeto "a".
En tanto el infans es el único objeto "a " verdadero para su Otro Primordial (Seminario de la Angustia), la clínica con niños es un lugar privilegiado para interrogarnos acerca de los conceptos fundamentales.
Voy a hacer algunas reflexiones acerca del lugar del niño en la estructura para situar la posición del analista en las entrevistas preliminares ante la consulta por un niño.
Tomando Los Cuatro Conceptos y la Lógica del Fantasma podemos advertir que hay todo un esfuerzo en Lacan de articular las instancias de la segunda tópica freudiana: ello e inconsciente.
En el Seminario de Los Cuatro Conceptos ubica al infans como sujeto que adviene en el campo del Otro mediante operaciones lógicas (alienación y separación) que se dan entre el sujeto y el Otro y sus fallos son nombrados como holofrase (autismo, psicosis, debilidad, psicosomática)
En La Lógica del Fantasma podemos ubicar que por eficacia del Significante de la falta en el Otro que cava el vacío que monta (de montaje) la pulsión, el sujeto - en una doble vuelta de las polaridades de la pulsión- advendrá sujeto dividido en el lugar antes reservado al cogito. Por esta función de repetición se instaura la letra en el sujeto.
El inconsciente es un "yo no pienso" en tanto muerde en un "yo no soy". El inconsciente en su esencia poética y de Bedeutung viene al lugar del "yo no pienso". (2) Implica interrogar aquello que viene del Otro y constituye caída de objeto separador. En el caso del infans, es el infans el que cae de su posición de objeto del fantasma de la madre (operación de separación según Los Cuatro Conceptos...) que el niño puede hacer cuando ha sido alienado, domiciliado en el fantasma materno.
De lo contrario se da la imposible alienación propia del autismo. Lacan dice (en La Lógica...) que no hay Dasein sino en el objeto "a". El objeto "a" reemplaza la función que Fregue distingue del signo bajo el nombre del objeto que sitúa que ningún significante puede significarse a sí mismo. Ya no podríamos hablar entonces de holofrase (en tanto la holofrase sería un significante que se significa a sí mismo).daría cuenta de ubicar las patologías graves sólo por la cuerda de lo simbólico.
En el tiempo del Seminario El Reverso del Psicoanálisis, en una carta que le envía a la psicoanalista de niños J.Aubry (3) ubica al niño como objeto a en el fantasma de la madre, pudiendo o bien quedar involucrado en su subjetividad si no hay mediación del Nombre del Padre "realizando el objeto" en la medida que no hay distancia entonces entre la identificación del Ideal del yo y la parte tomada por el Deseo de la Madre.
Si hay mediación dada por el Nombre del Padre podrá hacer la operación de separación y responder a lo que viene del Otro, interrogándolo, podrá responder con una cifra nueva que le asegure al niño identificarse al objeto "como si fuera el objeto que el otro necesita" con significación fálica sin correr el riesgo de ser ese objeto condensador de goce y quedar absorbido por el Otro.
En El atolondradicho, Lacan preocupado por la trasmisión del psicoanálisis, toma las proposiciones propias del discurso científico a través del matema - pivote del segundo clasicismo lacaniano según Milner- articulando la letra, la matemática y la filosofía. Pone el matema de la sexuación como ejemplo de matema. Podríamos considerar –ya que ubica al niño como "a" en el fantasma de la madre- un matema donde las letras se combinan y al hacerlo producen una combinación literal nueva. Con el nudo hay un pasaje de lo geométrico a lo topológico.
A partir de estas consideraciones ya no se trata en el acto analítico del descubrimiento del inconsciente sino la creación de un dispositivo que alcanza lo real del discurso.
Es recién entonces, a partir de estos conceptos que pudimos inscribir el trabajo que veníamos realizando los analistas que al trabajar con niños veíamos la necesidad de trabajar en entrevistas también con los padres (a diferencia de la escuela inglesa) y también nos permitió inscribir el trabajo que veníamos haciendo en autismo y psicosis en donde no podíamos intervenir únicamente por la cuerda de lo simbólico y hacíamos una serie de intervenciones que se nombraron como intervenciones en lo real por parte del analista y pudimos fundamentar "que eso era psicoanálisis".
El nudo borromeo (en el Seminario R.S.I.) implica dos círculos que se cierran el uno en el otro, se introduce el tercero en uno de ellos de manera tal que el otro está en relación al tercero llevado en la misma relación que el primero.
Tres sentidos diferentes a partir de una común medida: el Falo Simbólico.. No es lo mismo 1, 2, 3 que 3, 2, 1. Continúa diciendo que el cuerpo tiene tres dimensiones, que no alcanza con estar vivo, que el reflejo del organismo, la dimensión de la mens, de lo imaginario es lo que permite su representación, pero que se introduce por lalengua. . Agrega que lo simbólico no es el sentido, que el sentido es aquello por lo cual responde algo. Lo simbólico se escribe, es en este efecto de escritura de lo simbólico que se sostiene la dimensión de la mens.
En el seminario RSI (4) las tres consistencias hacen nudo por el cuarto. El Padre es aquel que articula castración y tabú del incesto. Este es el Padre como nombrante. Hay un agujero que es la interdicción del incesto que es lo que anuda a la pareja. Dice Lacan en el mismo seminario que el nudo puede ser doblemente borromeo. Yo lo entiendo en relación al anudamiento del Hombre y de la Mujer que el infans tiene un lugar en el entredos de los padres y que por los calces del nudo el sujeto se condiciona.
Ante la consulta por un niño es importante un espacio- tiempo preliminar en donde el deseo del analista en tanto función constituye la consulta en demanda, que permitirá ubicar qué se pone en juego en tanto demanda, a qué responde este padecimiento que está en relación con la pregunta qué lugar ocupa el niño en la estructura. Decimos entonces que la demanda conduce por la función deseo del analista a la instalación de la función sujeto supuesto saber.
Lo que es fundamental es que el analista en su posición no pierda de vista que es consultado por el niño, ésta es una especificidad de la demanda. Pero ésto no invalida la escucha analítica al discurso de los padres en tanto y en cuanto ese niño es hijo y en tanto tal ocupa un lugar en la trama inconsciente de los padres.
En Introducción al narcisismo Freud plantea que el niño es para el narcisismo de los padres su majestad el bebé. Sobre este punto es necesario hacer especificaciones porque a veces los niños soportan y exhiben al modo de la mostración fragmentos no tramitados de la subjetividad de los padres y la no asunción subjetiva produce un desplazamiento enmudecido al lugar del hijo en el que se deposita lo rechazado. O sea, el niño representa distintos modos de la falta.
Tenemos entonces que en algunas consultas los padres no lo hacen por su hijo separado de la problemática de ellos, en tanto esta problemática se les presenta –la de ellos- egosintónica, muda. . Podríamos decir que hay un exceso traumático, inasimilable, dolor que desborda en el lugar del hijo pero sin poder, los padres, implicarse.
En estos casos es fundamental que el analista no se apresure por furor curandis a hacer una derivación de los padres a otro analista, esto podrá hacerlo en otro momento. Son las consultas más difíciles porque generalmente estamos tentados a querer implicar a los padres fuera de timing, con resultados generalmente adversos.
Pensar el niño en el lugar de la causa cuando nos consultan posibilita no quedar atrapados en el intento de fijar la causa de los síntomas en lugar de posibilitar el despliegue de los mismos en transferencia.
No es lo mismo decir que el niño es síntoma de la pareja de los padres a hacer la distinción entre síntoma como respuesta del niño en la estructura a las marcas del Otro Primordial y fenómeno clínico donde el niño queda incluido en la subjetividad del Otro Primordial.
La transferencia es a la vez motor y obstáculo en la cura.
Todo movimiento en el análisis da cuenta de la misma. Movimiento de apertura y cierre. En la clínica con niños nos encontramos con un campo transferencial complejo donde es fundamental lo que se inscribe desde la primera entrevista con los padres.
Es necesaria la instalación de la función sujeto supuesto al saber en el analista por parte de los padres para que los niños puedan instalarse en la escena analítica aunque no sea con una demanda propia.
Dado que el niño ocupa el lugar de objeto "a" en la estructura, el analista queda situado como soporte del objeto en ese lugar cuando es consultado por un niño, o sea queda en relación al nudo en la estructura, lugar de la causa, donde convergen el fantasma de la madre y el fantasma del padre. O sea en el entredós de los padres. Me estoy refiriendo a la historia simbólica de cada uno de ellos no a su realidad.
En general la temática que los padres traen como síntoma no aparece tal cual en el discurso de los niños cuando ellos pueden formular una demanda. El comienzo de un análisis tiene que ver con la formulación de una demanda, con aquello que articula algo del orden del deseo. No se trata de una formulación necesariamente en la dimensión de lo simbólico, una formulación a través de la palabra..
Viñeta
Se trata de un niño de cinco años, los padres consultan porque presenta mutismo. Prácticamente no habla. Es trillizo, va a jardín de infantes en una escuela que porque tiene una sola sala de cinco años están juntos los tres. Los padres dicen que no pelea por su lugar, se aleja cuando ellos están con los hermanitos. Luego de las entrevistas con los padres comienza a venir a sesión y él no tenía idea de qué era ésto de venir a análisis. Además estaba aún en el tiempo de constitución de las operaciones de la subjetividad. Por ejemplo había un cuadro en mi consultorio, de una mujer que estaba de perfil y me decía "Se va a dar vuelta y me va a mirar" o iba a la ventana del consultorio y me decía "Los edificios están pegados al cielo".
Vale decir que R-S- I no tenía todavía los empalmes borromeicos. Y en ese momento, entonces, él me preguntaba si cuando él estaba ahí mis hijos lo estaban mirando: "Tus hijos me están mirando?" Entonces yo le respondí que cuando estaba con él y con otros nenitos como él –que eran mis pacientes- yo no estaba en ese momento con mis hijos y que cuando yo estaba con mis hijos no estaba con él. El cada vez que venía a las sesiones y hacía dibujos, al irse ponía un circulito (como si lo firmara) Yo no entendía de qué se trataba hasta que un día viene y me habla mientras hace el circulito de "las piedritas que están abajo."
Efectivamente en el edificio de mi consultorio había una obra en construcción y había piedritas, entonces a mi se me ocurre decirle "Lo que pasa es que cada vez que vos venís y ves esas piedritas te acordás que viniste la vez anterior y viste esas piedritas, pero cuando subís al consultorio, vos me contás cosas distintas cada vez. Vos sos el mismo que siempre ve esas piedritas, pero cada vez que venís se te ocurren pensamientos y sentimientos distintos cada vez".
A partir de eso -mi intervención apuntaba a la dimensión temporal que en él todavía no estaba formada- viene un día muy apurado corriendo, agitado, yo no entendía y me dice: "Ahora sé porqué vengo acá: porque cuando venía, venía pensando que tenía ganas de tirar a tus hijos por el balcón".
¿No es preciosa la formulación? Él tenía ubicado que cuando él venía yo estaba con mis hijos, entonces, cuando él iba a llegar iba a agarrar a mis hijos y los iba a tirar por el balcón. O sea, considero que ahí fue el tiempo como de entrada en análisis de este niño en el sentido de ocupar un lugar en el deseo del Otro.
Un lugar que tiene que ver con la falta en el Otro, este objeto que se construye en transferencia. Mis hijos, no eran mis hijos de la realidad, eran ese objeto que tenía que ver conmigo, pero eran objetos separables. Él ubica mis hijos como aquello que me lo puede poner y sacar, que cuando me lo saca se pone él.
Mis hijos es el lugar que él no ocupa, y que porque él no ocupa lo desea, lo causa para venir a ocuparlo desesperadamente, sacando a quien tenga que sacar. Entonces, en ese sentido, esto es el motor de un análisis para un niño y para un adulto también. Pero es algo que se construye en transferencia, para otro puede ser otra cosa. Esto tiene que ver con las marcas del sujeto, que construye con su analista ese objeto en el acto analítico.
Aurora Favre. Jornadas Aniversario "30 años de Escuela (1974-2004)". Escuela Freudiana de Buenos Aires. 1, 2, 3 y 4 de Julio de 2004.
NOTAS
(1) Lacan, Jacques Escritos 1 . Variantes de la cura tipo . Siglo XXI
(2) Lacan, Jacques El Seminario La Lógica del Fantasma
(3) Lacan, Jacques Intervenciones y Textos. Dos Notas sobre el Niño.
(4) Lacan, Jacques: El Seminario R.S.I.