ANALISTA: A CONDICION DE SERVIRSE DEL ANALIZANTE QUE FUE. Adriana Missorici

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Hipótesis sobre el pase

(*) REUNION LACANOAMERICANA DE PSICOANALISIS. BRASIL 1997

"Ahora bien -concluye Freud- si el médico ha de estar en condiciones de servirse así de su inconciente como instrumento del análisis, él mismo tiene que llenar en vasta medida una condición psicológica. No puede tolerar resistencias ningunas que aparten de su conciencia lo que su inconciente ha discernido".(1)

Advertido de ésto Freud exigía al analista someterse a una "purificación psicoanalítica".

Ahora bien, si el instrumento del análisis es el inconciente del analista se hace evidente el peso que conviene darle a la formación del analista. Y desde esta perspectiva, como advierte Lacan, más que de formación analítica hay que hablar de formaciones del inconsciente.

"... la misma presencia del analista es una manifestación del inconciente..." (2)

El dispositivo analítico pone -desde el inicio- en relación al analizante con la "pareja analizante-analista" (3).

Entonces el analista es dos también en este sentido..

No es sin eso que el analista podrá operar, es condición de posibilidad, de apertura, cuando no es de cierre y de resistencia.

Sin duda la resistencia entonces es del analista, pero lo diría en este sentido, se produce la resistencia cuando el analista rechaza esta apertura de su inconciente.

A veces, cuando se alcanza a cernir el punto de traba, de resistencia, en fin el punto en que el analista (en tanto analizante entonces) quedó apresado por las redes del fantasma del analizante; es el momento en que un poco avergonzado lo escuchamos decir: "No tendría que ocurrirme eso", "Finalmente me doy cuenta que yo también odio a su madre".

Será lógicamente un punto de cierre si el analista no puede hacer una lectura de la fantasmática que se está jugando allí en la transferencia.

Decía que no es sin esa presencia del analista en tanto manifestación del inconciente que se puede dirigir una cura, lo que permite la apertura, la pista, la clave. Claro está, siempre que el analista pueda también despejarse de sí mismo y dejar de creer que eso le pasa a su persona, que la "pifió" o que tiene que cuidar a su paciente del desamor de su madre.

La cuestión es ¿quién lee o qué permite hacer esa lectura? ¿Cómo posibilitarla o dónde alojarla?

A veces la resistencia está en prestarse a que esa operación se produzca, tal vez cuando el fantasma de salud, de felicidad o de gente bien analizada nos invade a los analistas. Cuando creemos que si nos sometemos a los dispositivos podemos perder algo, ésto es cuando creemos que tenemos o que somos.

Está claro que hay un único sujeto en juego en la cura: el analizante. ¿Pero qué del analista?

O tal vez la pregunta sea: ¿Cómo habilitar el inconciente del analista?

Deberíamos agregar: sin que se vaya de cauce.

Podemos argumentar en principio que el saber del analista le prestará cauce y le pondrá límite al inconciente. Mientras que el inconciente hará lo propio con el saber del analista.

Una respuesta posible:

Lacan va más allá de Freud no sólo en lo que se refiere a una concepción del fin de análisis, sino también a la perspectiva que abre del más allá del análisis.

Y en este sentido hizo una apuesta fuerte: el pase.

Creo oportuno en este punto leer su propuesta del ´64 a la luz de la del ´67. En el ´64 ubicaba el más allá del análisis como lo que nunca había sido abordado . Proponía abordarlo "al nivel del analista por cuanto se le exigiría el haber atravesado en su totalidad el ciclo de la experiencia analítica" (2).

En el ´67 propuso el procedimiento del pase (4).

Me parece pertinente incluir el pase en el "ciclo de la experiencia analítica", aunque claro que, y justamente, ubicado en el más allá del análisis.

HIPOTESIS SOBRE EL PASE:

1.- La apuesta del pase implica una lectura de la experiencia del análisis, su terminabilidad y su producción: el analista.

Pero también podría decirse que se trata de una puesta en función del instrumento del análisis: el inconciente del analista.

En el primer momento habrá un pase de analizante a analista, pero sólo en un a posteriori se podrá hacer una lectura.

El pase habilita al analista en tanto dos, permitiendo autorizarse del analizante-analista, permitiendo al analista tomarse como analizante sin prejuicios o falsas vergüenzas.

Lo pondría en estos términos:

Deviene analista

a condición de servirse del analizante que fue

a condición de servirse de su inconciente

El pase permite que el pasante pueda estar a la vez como analizante y como analista de su propio caso, aunque elaboraría un decir diferente a cuando dice de las curas que conduce.

No bastaría con el análisis ni con que el análisis llegue hasta el final, tendrá que haber luego un trabajo, una apropiación de la ajenidad del propio análisis, un saber hacer del analista con el analizante que fue y que le toca ser en ocasiones, en ocasión de su práctica.

2. El pase es "la puesta en acto..." Me gustó utilizar esa fórmula en relación al pase, sobre todo por la aclaración que Lacan hace de ella, dice: "es una palabra promesa".(2). También me resuena a producción. El pase es la puesta en acto de cierto saber que, en el análisis, se transmite por retazos.

Aún una vuelta más para ese analizante de su no querer saber nada de eso, cuando le pareció suficiente en el análisis y se desprendió de él.(5).

Es tal vez la promesa que se pueda ir más lejos con ese saber...

3. El pase como una vuelta más, otro rizo (?) del "ciclo de la experiencia analítica".

La apuesta a que se pueda, no sólo decir de la experiencia del análisis, sino también pasar, decir del más allá del análisis; asomarse a la experiencia de la pulsión, asomarse a la garganta de Irma...

¿Esto supondría entonces un tope, un límite en el análisis, algo que queda "por fuera de"?

¿Serían los puntos de imposible de cada análisis?

Habitualmente estamos acostumbrados a pensar el fin de la experiencia analítica en relación a una serie de cuestiones: construcción del fantasma (tal vez escópico por naturaleza), su atravesamiento, la consecuente separación del objeto, la caída del S.s.S, el des-ser.

Pero la pregunta en este momento es por aquello que (provisoriamente) diría, está por fuera o más allá del fantasma. Aquello que implica la relación más primitiva con el Otro.

Podemos ponerlo a cuenta de lo reprimido primordial, o más aún, de una forclusión constituyente.

Podemos ponerlo a cuenta de lo inasimilable, me refiero a la voz. "Una voz no se asimila pero se incorpora" -dirá Lacan-(6).

Tal vez sea esa otra vuelta la que permita decir algo sobre "¿cómo puede vivir la pulsión un sujeto que ha atravesado el fantasma fundamental?"(2).

4. El pase implicaría la consumación del duelo.

Es claro que el analista que conduce la cura hasta el final tenga la responsabilidad de que se efectivice un trabajo de duelo por "el objeto al que él ha sido reducido"(7). Pero la consumación de ese duelo es "luego", en otro tiempo.

Lo primero que surge es que algo habrá que hacer con el "cadáver", con el "cuerpo"...

Posibilidad ésta que habrá que ubicar seguramente más allá del análisis y también del analista - que ya no hay.

Pero tal vez no baste, quizá haya que poner ese "cuerpo" en relación al Otro primordial.

Entonces el pasante se encontrará una vez más y por primera vez tan sólo con la vestimenta vacía. Nueva constatación de la inexistencia del Otro por la vía más primaria, el cuerpo materno.

La pulsión desamarrada del Otro será tan sólo pulsión de muerte, no habrá nada que temer.

El sujeto podrá tomar posición frente a la muerte, frente a la vida.

Como escribe Tabucchi, sólo después de consumar el duelo se podrá dejar de frecuentar el pasado para poder frecuentar el futuro(8).

5. El pase interroga la singularidad de ese pasaje, de ese que devino analista.

Lo que sería equivalente a decir: un analista no es sin sus marcas, sin eso que lo anudó.

O equivaldría a poner ese pasaje en estos términos: del goce particular del síntoma al saber hacer allí singular con el sinthome.

El pase interrogaría esa singularidad que promete...

Para terminar me parecen apropiadas estas palabras de Lacan: "Si cada acto de palabra es un golpe de fuerza de un inconciente particular, es totalmente claro que cada acto de palabra puede esperar ser un decir..."(9).

Adriana Missorici.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Freud, Sigmund: "Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico"

Lacan Jacques: Seminario "Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis"

Lacan, Jacques: La tercera

Lacan, Jacques: Proposición del 9 de octubre de 1967

Lacan, Jacques: Seminario Aún

Lacan, Jacques Seminario La Angustia

Lacan, Jacques: El atolondradicho

Tabucchi: Sostiene Pereira

Lacan, Jacques: Seminario El Sinthome