LA ANGUSTIA EN LA CLÍNICA DE LAS FOBIAS: UNA OPERATORIA POSIBLE" EVA LERNER

Escuela Freudiana de Buenos Aires, 2002. Audio 
1. Introducción: Angustia ligada y angustia no ligada
Las siguientes son algunas reflexiones acerca de mi experiencia en la clínica de la angustia en la dirección de la cura en general y en particular cuando se trata de las fobias, luego de comprobar que las vías tradicionales que ponía a prueba, tan controvertidas en la historia del psicoanálisis, respecto al tratamiento de las fobias, eran infructuosas y me llevaban a equivocar la dirección de la cura.
Dejo aclarado de entrada, y en primer lugar, para no entrar en contigüidad con los debates de la actualidad, que en estos casos se trata de una propuesta de distintas "intervenciones" y "operatorias posibles" en la clínica de los signos, difíciles de abordar con la interpretación, sólo a los fines de enderezar el tejido, apuntando todo el tiempo a que esa rectificación permita leer en el discurso, la metáfora que indica al sujeto de la palabra y del deseo y no prescindir de la interpretación en el campo de nuestra praxis.
En segundo lugar, no fue sin un detenido examen de las diferencias entre abstinencia del analista y responsabilidad que sitúo hoy ,el horizonte de mi práctica.
I) En aquellos casos en los cuáles la angustia está ligada, la liga un significante a un objeto como en el caso de las zoofobias, incluso a veces en la agorafobia o en la claustrofobia puede encontrarse esta ligadura.
En esos casos el síntoma fóbico es el que traza -como en el caso del pequeño Hans- una ruta por dónde transitar.
La ligadura se lleva a cabo en la fobia por vía de un desplazamiento, es decir por una vía metonímica. Hace poco me consultó luego de muchos tratamientos, una reconocida profesional que padecía de grandes ataques de angustia que la invalidaban. Vivía con un perrito en su falda, así trabajaba y transitaba por el mundo, así concurrió a la consulta. Nieta, hija y hermana de mujeres fóbicas a perritos, su síntoma me fue rápidamente transparente no por mi genialidad sino por la de nuestro maestro Freud en el caso Hans.
Con el perrito estaría a salvo de la cercanía, precisamente de algunas mujeres, es como si llevara la metáfora paterna en sus brazos.
La fobia ligada se presenta como signo y no como cifra metafórica, no por ello deja de constituir un enigma a sostener y hay que conseguir que se metaforice para luego descifrarla. Una analizante que no podía salir a la calle sola porque se sentía perdida, resolvió su agorafobia cuando "sentirse perdida", pasó a arrojar la cifra "ser una perdida", que en nuestra lengua alude a la prostitución.
En general las fobias ligadas ordenan un espacio transitable para la subjetividad y la persona en cuestión se siente más compelida a respetarla que a interrogarla. Otras veces están veladas para sí mismo o para los familiares, detrás de los gustos o la preferencias, refiriéndose a ellas de un modo muy razonable y aceptable socialmente como cautela o prudencia, por ejemplo a salir de la casa, "con todos los robos que hay!",o falsos ideales de independencia por ejemplo: "para qué convivir, las parejas se arruinan al poco tiempo", pero nunca hizo la experiencia. "Elegí esa carrera porque esa facultad me quedaba cerca", "los viajes con mi marido me gusta organizarlos siempre a mí, él debe atenerse a mi mapa porque yo estudio adónde nos conviene ir", en fin, valores indiscutibles, que en su extremo y en la sumatoria en una misma persona, indican si aguzamos la oreja el velo social de una fobia.
Sumada a la dificultad de la metaforización, sobre todo en casos como la claustrofobia y la agorafobia, el reclamo al analista respecto a la angustia pareciera ser "cúreme de esto tan molesto sin que yo me tenga que implicar e interrogar nada porque estoy urgido!"
II) Aquellos casos en los que la angustia no está ligada, el colmo de la angustia supera la tolerancia del sujeto y llega a manifestarse con claros signos de pánico (por ello la actual nomenclatura de esos episodios que nombra el todo por la parte) se trata de angustia difusa, que se extiende sin que el que la padece pueda ubicar remotamente qué le ocurrió, pero sí puede situar, el inicio bastante claramente en relación a algún acontecimiento.
El gran ataque de angustia ya se conocía en la clínica de las fobias como neurosis de angustia, lo nuevo no es el cuadro sino el negocio de los laboratorios.
Lo que sí podemos decir es que el psicoanálisis puede aportar hoy una operatoria en la consulta de tales casos para demostrar que hay un avance posible en el tratamiento de estos casos que antes quedaban remitidos a la psiquiatría. Es cierto que su casuística ha aumentado en nuestros tiempos , es sólo en ese sentido que los nombramos síntomas de época y deberíamos poder dar cuenta de ese incremento.
Seguramente todos tenemos en nuestros tiempos más cantidad de consultas por ataques de pánico que por embarazos histéricos. Ya lo decía Freud: "los síntomas histéricos variarán con los métodos anticonceptivos".
En cambio por las fallas actuales en el tejido simbólico tanto en lo familiar como en lo social , la casuística de las fobias está creciendo en todo el mundo.
Centraré mi interés en los casos de angustia no ligada en los cuáles el sujeto se encuentra perdido de su camino, de una ruta precisa para su deseo y no se trata en mi propuesta ,de conseguir que lleve a cabo una ligadura de un significante con un objeto espacial como lo proponen numerosos casos en la literatura psicoanalítica porque de ese modo sólo se consigue que se cristalice un síntoma.
Esta angustia es no discursiva, es en un principio carente de representación, arrastra memoria no convertida en recuerdo por eso es angustia real siempre actual al modo de las neurosis actuales si no se la hace hablar. Por el modo en que irrumpe, a veces repentino, es más ruidosa en la clínica, al menos en mi experiencia, que aquella ya ligada .
Requiere que se la subsuma a un mapa, a un recorrido simbólico que es lo que en verdad le falta, para que algo empiece a decirse y esto permita comenzar un análisis. Es preciso entonces entender su lógica porque compromete a toda la estructura.
2. La fobia y el gran ataque de angustia
En el horizonte de la siempre vigente pregunta acerca de si la fobia es una estructura o es sólo una plataforma entre histeria y obsesión , aunque fenoménicamente la fobia presente la mayor parte de las veces la plataforma giratoria de histeria y obsesión que Lacan plantea, algunos han entendido que por ello se reduce a histeria o a obsesión .
Sin embargo es por una razón estructural que la fobia no se reduce a histeria ni a obsesión y no la podemos subsumir a esas estructuras, conservando por ahora la tripartición freudiana pero, intentando dar cuenta ,de esa invariante de estructura que se repite en todos los casos: carece de un mapa de salida , sus cuyos caminos conducen invariablemente al encierro en el Otro.
Pareciera que una parte de la operación de la represión por no soldar, no terminó de definir un borde que se cose y siempre se descose. En las otras estructuras algo se cerró y algo se perdió definitivamente que en el fóbico no está totalmente reprimido, lo originariamente reprimido. Obviamente esta es una conjetura teórica mía, que algo que debiera haberse hecho unerkant, pero tampoco pasó al territorio de lo umbewuste, está en el "limbo de los justos", pidiendo ser puesto en el molde de la represión, bajo la Ley de la castración lo que quedó por fuera de la represión originaria (1) por su falla.
Para las que cantaron el "arroz con leche", es decir las que aprendieron a coser, a bordar y a abrir la puerta para ir a jugar y si algo jugaron con la costura de niñas, y para los que con ellas se querían casar, diría que es como coser con un hilo sin nudito, se cose y se cose y se vuelve a coser y siempre al final la costura queda abierta. Una vacilación del anudamiento deja al sujeto descocido, de a ratos, de su signifación fálica.
Hay que hacerle el nudito al hilo, si no, no se puede salir del juego del Otro para hacer el propio juego. Hay que coser una rendija abierta que no compromete toda la estructura pero que la compromete lo suficiente como para que algo se escape.
Por una rendija de lo fallido de la represión se le escapa algo de sí, de lo que no terminó de apropiarse, y que una y otra vez se funde en el Otro.
El corte no tuvo costura de los bordes para legitimarlo, "sólo hilván sin nudito"y sin poder detenerlo.
Cuando se conmueve la estructura del parlêtre aparecen claros indicios de angustia incluso de pánico en cualquiera, aunque no sea fóbico , este año, en nuestro país, muchos lo hemos podido comprobar.
El imaginario humano debe contar con una puerta por la que se pueda salir y entrar y debe contar con que "hay mundo" por donde transitar y con que ese mundo por el que se transita se nombra de algún modo. De lo contrario, es el pánico y el pánico deja al sujeto inmerso en la angustia.
Digo con esto que el riesgo que corre la estructura neurótica anudada no es el del desencadenamiento psicótico, por eso Lacan dice que el neurótico es irreventable. El riesgo es de que se conmueva el anudamiento con una manifestación elevada de angustia a causa de una vacilación de la significación fálica .Esto se opera por un lado a raíz de una intrusión de lo real en lo simbólico cuyo efecto es de ausencia o borramiento de las trazas de filiación del sujeto, que para que estén debe haberse perdido todo él para el Otro, y por otro lado a raíz de una intrusión de lo real en lo en lo imaginario como angustia, hasta que las trazas del sujeto puedan ser ubicadas, descriptas y luego nombradas.
Lo que notamos en la clínica de los grandes ataques de angustia es la subjetividad a merced de un supuesto sin salida , de un borramiento de las puertas y caminos de posible salida.
Un supuesto sin salida de dónde? Del mero arbitrio del Otro, del todo vale hacerse con su persona, y con el Otro, en fin, de la puesta en duda de la prohibición del incesto, único ordenador de la civilización y de la cultura.
El gran ataque de angustia, no ligada, de la que emerge un pánico con manifestaciones orgánicas, sudoración, diarreas, mareos, vómitos, taquicardias etc .no es ajeno a la relación del sujeto a posiciones renegatorias , de desmentida de lo normativo de la ley que el fantasma de todo neurótico se ocupa de reavivar para sacar partido de goce. En el fóbico, si no organizó aún una restitución perversa ,ese goce le cuesta el "gran" ataque de angustia. El rédito de goce que le otorga el todo vale, que usa con la prerrogativa de no angustiarse , es precisamente lo que lo angustia.
La ley , en el registro simbólico, es tributaria de la castración ,es lo que resguarda y pacifica la barbarie entre los hombres, pero en su cruce con el registro imaginario, en que es rebajada a "arbitrariedad del Otro" también ordena la impunidad del superyó con el sujeto, que ordena gozá, no te la pierdas.
Algo parecido ocurre con el otro social cuando el Otro simbólico que resguarda los estratos más imprescindibles del horizonte que transitamos se desgarra y sólo detenta la impunidad de la ley, la sensación es de pulverización de la existencia.
Una vida remitida al puro arbitrio del Otro es una vida mochada de la condición deseante que el parlètre como tal se merece, pero si sostiene una posición ambigua, las más de las veces renegatoria con respecto a la ley, no será tributaria de la castración, la que opera como condición de condescendencia del goce en favor del deseo.
Es difícil encontrar dónde asirse en el pánico. La identidad se atomiza.
El imaginario pulverizado hace colapsar al fantasma y los significantes que lo representan tributarios del rasgo unario quedan borrados. Muchas veces estos grandes ataques de angustia están acompañados de duelos impedidos o no tramitados.
3.Una operatoria posible
Mi trabajo de hoy consiste en relatarles una experiencia, que puse en práctica en mi consultorio, con el soporte conceptual de la doctrina que compartimos aquellos que nos inscribimos deudores de la enseñanza de Freud y de Lacan para abrir una primera brecha en el difícil abordaje inicial en estos casos. Por qué es difícil?
1)En primer lugar es difícil de abordar la "emergencia" en psicoanálisis pero es de nuestra responsabilidad difereciar los distintos tipos de prisa.
La prisa histérica que no soporta la espera porque es un borde de la castración, la prisa maníaca, correlato de la renegación del duelo, a veces sin tejido para tramitarlo, la prisa melancólica antes de una salida suicida, la prisa esquizofrénica, en el aura del desencadenamiento y la que hoy nos ocupa, la prisa por lo insoportable de la angustia.
. Me gusta definir: emergencia en psicoanálisis, como la legítima prisa subjetiva por recuperar la condición deseante perdida o en vías de perderse prisa que , apremia al paciente, legítimamente
Y si es legítimo y el psicoanálisis no pudo responder nunca a esa legítima prisa, por qué no pensar que si remite la angustia abordada con las indicaciones acerca de la angustia que nos da Lacan para todos los neuróticos. Si abordar la angustia de otro modo en estos casos no nos aleja de la teoría que sostenemos en la efectuación de nuestro acto y se facilita así la posibilidad de análisis para algunos casos, quedaría señalado un límite de la operatoria de los analistas y no un límite del psicoanálisis ni de la estructura .
Muchos casos entraron en una bolsa de gatos que se llamó "los inanalizables".
El Nudo Borromeo de Jacques Lacan nos permite avanzar en esa experiencia como ya lo mostró Isidoro Vegh en las clases anteriores en las que señaló que si un analista se anima a atravesar la barrera de los bienes, de la belleza y del pudor puede corregir las fallas de anudamiento que en la estructura se producen.
El requerimiento de encontrar un modo de abordar esta legítima prisa subjetiva a la que me referí me convocó en mi práctica clínica, a poner a prueba una operatoria contundente que en última instancia también permite que se instale la transferencia, en principio con el psicoanálisis y luego con el analista constituyendo en estos casos al "sujeto supuesto saber, operar con la angustia ".
2) La segunda razón por la cuál este tema es difícil de abordar es porque estamos en una polis donde el discurso médico de influencia norteamericana sostiene que el pánico es biológico, se cura con métodos químicos, psicofármacológicos. Es común ahora, que consulten, por ejemplo mujeres que quieren quedar embarazadas y no pueden dejar esa medicación teratógena porque les vuelve el pánico y en esas "terapias"no han aprendido a hacer algo con su angustia .O bien , personas medicadas hace años pero cada vez más invalidadas en sus actividades porque no se han apropiado del trabajo con su angustia
3)En tercer lugar, es difícil de abordar, porque las manifestaciones físicas que se presentan instalan una verdadera fobia traumática, esta vez al gran ataque de angustia. Hasta Anna Freud desvía el gran hallazgo de su padre y teoriza en el Caso Sandy que la angustia es por el abandono materno y no por el exceso en que resta su función.
La repetición de los ataques, y si no, el miedo a que se le repitan, confunden a veces a los mismos analistas acerca de las vías de salida.
El que consulta, desconfía además, de que todo eso, sin motivos aparentes pueda ser psíquico y el temor a la muerte inminente y la sensación de emergencia le hacen buscar rápidamente otras soluciones y abandonar las entrevistas iniciadas suponiendo equivocada su orientación.
Son estos obstáculos los que me llevaron a poner a prueba lo que Freud hacía cuando investigaba los fenómenos psíquicos y estaba construyendo la teoría.
Si estas encrucijadas nos obligaban hoy a revisar nuestra clínica, por qué no poner a prueba la cuestión como lo hacía nuestro maestro Freud?
Freud hacía intervenciones contando la doctrina. Esto le propició a veces material propicio para avanzarla , para interrogarla o bien para confirmarla como los sueños de "La bella carnicera"o "Pas de calais".
4. Claves de ciframiento de la angustia
I .En las entrevistas
La experiencia que realicé, me llevó a formular esta propuesta.
Consiste en relatarle al que consulta, tal vez un futuro analizante, que muchas veces viene desanimado por haber recorrido psiquiatras que lo medicaron, terapeutas que le propusieron acompañantes terapéuticos y cuyo resultado fue un fracaso, relatarle su padecimiento.
Proponerle, que ponga a prueba desde el comienzo de las entrevistas preliminares que la primera razón de su padecimiento es que queda muy fácilmente expuesto en su vida a situaciones en las que queda a merced de algún otro.
. Se trata de proponerle al futuro analizante revisar la siguiente premisa desde las entrevistas: en qué situaciones de su vida queda a diario expuesto a merced del deseo de algún otro sin interrogarse por el propio. Invitar al relato de cada una de esas escenas en las que él no se puede sustraer situando su deseo y se coloca a merced del deseo del otro.
Este es el trabajo con la primera de las tres grandes claves de la angustia: debe situar en primer lugar: cómo cuándo, dónde, de qué modo, con que palabras, quedó a merced del deseo del Otro, por supuesto el analizante comenzará a situarlo siempre encarnado en algún otro. En qué acontecimientos recientes frente a la inminencia de algún otro quedó fuera de juego para su deseo.
El relato del analizante permite introducir el trabajo con lo que llamo la primer clave de la angustia pero es lo que Lacan en el Seminario X llama :la angustia cuando se presentifica el deseo del Otro ,que lleva al sujeto a interrogar, qué quiere el Otro de mí, en lugar de qué quiero! Con la ruta del Otro o el abismo se da para la subjetividad una nueva encerrona pradojal.
Por eso estos ataque aparecen en un momento de la vida en que la posición deseante del sujeto no cuenta ,como contó hasta ese momento con la cobertura simbólica necesaria para abordar los quiebres que en su imaginario le produce algún nuevo real.
No cuenta con un mapa propio, ni significante, ni temporo-espacial para abordar este real. Se trata de recuperar o escribir el propio mapa, pero para eso hay que pagar un precio y sólo será en el análisis , la subjetividad en ese momento, no sabe que sabe, de la hipoteca que porta ,sólo que él a diferencia de otros neuróticos se encuentra en un demasiado sufriente sin salida.
Ya desde las entrevistas, este trabajo permite una ejercitación primera del cese de la angustia que deja una traza simbólica.
La ejercitación del riesgo que implica disentir con el deseo del Otro le parece novedosa. Se trata de una separación posible que alivia.
Cuando el analizante puede empezar a trabajar con esta primera clave de la angustia, a modo de diseño del mapa del que carece comienza a advertir que hay una lógica de su padecimiento de la que no disponía y se empieza a iluminar una salida posible.
Se facilita así que la transferencia con el analista se instale por vía de la comprobación del cese de la angustia .Se trata de centrarla en el análisis como prioritario de la medicación que incluso uno mismo incluyó con alguna transferencia lateral con el medicador.
Presentada así la primera clave para cifrar la angustia ,obsérvese que no digo descifrar, y en el ejercicio de convertirla en angustia señal ,si además se dan los otros requisitos podrá empezar la cura .Será porque alguna formación del inconsciente habrá donado una cifra simbólica separadora con la cuál el analista podrá sancionar el comienzo del análisis.
Me refiero a una posición del sujeto frente al deseo del Otro, supuesta demanda del Otro que recién deberá transitar la letra del Otro que lo habita atormentándolo , hasta la extracción de aquellos trazos singulares y su apropiación pero eso es para todo análisis.
Que esto se produzca, en la fobia, demora mucho, y si el trabajo se ve demorado permanentemente porque no queda dosificada la angustia, la cura se interrumpe.
Es así que el fóbico desde pequeño visitó muchos consultorios psi. Hace poco me fue traída por su padre una jovencita muy estudiosa y activa. vive sola, estudia dos carreras, toca en una banda, escribe trabajos, publica una revista etc. casi todo adentro de su casa o acompañada y muy preocupada porque no se cura en ningún tratamiento psicológico por lo cual sospecha que debe ser vaga y se siente muy culpable de que su padre aún la tiene que mantener porque no puede salir a trabajar. Solo viaja en taxi porque al "bondi" no puede pararlo y el taxi la deja bajar donde ella quiere.
En la entrevista con el padre yo lo escuchaba perpleja decirle que sólo hace lo que le gusta, que es una vaga, tan vaga, me dice mirándola "que le conseguí un trabajo enfrente de la casa y ni cruza la calle".Ella nombra al panóptico de Foucault que la mira desde la ciudad en la que viven sus padres.
Este Sr. lloraba cuando le comuniqué frente a su hija que ella tenía una "enfermedad" desde los 7 años.
El ejercicio puntual del relato de este punto conceptual de la doctrina, como lo hacía Freud cuando estaba investigando si se cumplían sus conjeturas teóricas permite luego iniciar el trabajo de ligadura eslabón por eslabón que en estos casos falta por eso la semejanza con el trabajo de los duelos impedidos y las combinatorias de estos casos de "colmo de la angustia", con depresión, aflicción o acidia como la llama Isidoro Vegh.
Al $ le falta una pieza fundamental de su imagen, de sus capacidades, de sus deseos, que haga de valla o de dique separador entre él y el Otro O bien esta pieza no está siempre a su disposición.
II. y III. Ya comenzada la cura
La segunda y tercera clave para cifrar la angustia, y obsérvese que vuelvo a decir "cifrar" y no "descifrar", en general se despliegan luego, comenzada la cura y se alternan una y otra con la primera.
Estas claves de trabajo con la angustia, que propongo como una operatoria posible, entre otras, no se superponen a los tiempos lógicos de la dirección de la cura sino que pareciera que corren por una ruta paralela,
No alcanzará con que el analizante "aprenda" a situar la angustia
I. como señal del deseo del Otro, porque hay dos razones más por las que se presenta la angustia y deberá ir agregándole las otras dos cifras.
La angustia también aparece
II. como señal de una desmentida respecto al deseo y
III. como señal de una vacilación subjetiva frente a un corte que tiene la posibilidad de no producirse y corre el riesgo de dejar al sujeto en la repetición de lo mismo
En el primer tiempo de la cura y con la matriz del trabajo de las entrevistas el inconsciente arroja alguna letra y ya le dimos un "molde separador" que la recoge, borde simbólico a esa primera manifestación siderante del sujeto con la que se presentó
De algo de su letra ya disponemos en su valor separador.
También pudo ya hacer la experiencia del cese de su angustia.
II. El segundo modo en que aparece la angustia, entonces , es cuando reina una desmentida,"la solución elegida" reniega de la castración, o como dice Lacan en el seminario, "le falta la falta", nada se pierde.
El simple ejemplo de un Sr. que dice que querría trabajar en relación de dependencia para tener la tranquilidad del sueldo a fin de mes, deseo resignado ya de por sí, pero no está dispuesto a perder en su vida la libertad que le da no tener horarios de trabajo en su negocio propio, nos indica que el neurótico pretende conseguir dos cuestiones incompatibles y a veces lo logra al precio de una desmentida.
La desmentida es siempre renegatoria de la castración ,por eso decimos que el fantasma del neurótico en el que se mueve para no perder su goce es siempre "perverso" aunque no nos referimos a la estructura puntual de la perversión.
Es con lo más preciado de su goce que todo neurótico debe pagar por su deseo y no quiere, pero al fóbico ,es el que menos dispuesto está y es al que más sufrimiento le produce la angustia por no alinearse en las filas de la ley de la castración. Cuando lo consigue y aprehende algo de una posición deseante es su giro hacia la posición histérica y es su posición de prevención frente al deseo y no el requerimiento de que reste insatisfecho el que le hace pegar la vuelta, fenoménicamente hacia el cálculo obsesivo y a la procastinación.
El trabajo de diferenciar deseo y ganas es un largo trabajo de análisis para cualquier neurótico, y otro tanto es hacer que coincidan .Deseo y ganas coinciden recién al fin del análisis. Por qué abreviar este paso para algunos y si se puede abreviar, por qué no para todos? Porque el que padece de grandes ataques de angustia se le dan demasiado disjuntos para situar un camino y él precisamente no puede darse esos lujos de la deriva.
Al fóbico se le borran muchas veces las fronteras con la perversión, la instauración vacilante siempre, de la castración, le permite creer que todo vale, que ordenarse según la ley del deseo bajo la égida de la castración es que si no hace el deseo del Otro, puede hacer lo que se le da la gana.
Supone que va a haber algún lugar en este mundo en el que será libre de estar sujeto a alguna ley ya que esta se le torne demanda del Otro, ese es también el giro hacia la obsesión.
Es cierto que el deseo del Otro no debe ser más la brújula para su deseo siempre prevenido de aparecer y de arriesgar , por el contrario su camino no será sin ley porque volverá a angustiarse ante el abismo que se le presentifica una y otra vez.
La cura del fóbico conlleva el riesgo de una restitución perversa de la fobia si el análisis no advierte el habitual cobijo en la desmentida o si aún advirtiéndolo supone que debe transar con ella a los efectos de evitar la angustia.. "Quiero ser dueño de mi empresa así puedo llegar tarde y no tengo que rendirle cuentas a nadie, pero tampoco quiero tener la responsabilidad yo solo, si me asocio ya tengo cámara pero también ojo que me mira, dice un analizante que ya está advertido de los tres modos en los que lo entrampa su angustia."
III .La tercer vertiente de aparición de los grandes ataques de angustia es aquél que es señal de una posición repetida, ya conocida y se da ante cada vuelta separadora de la cura. Aparece con la tentación de dejar las cosas en el mismo lugar, es decir que el corte y cambio tan ansiado se demore, se postergue o bien ni siquiera se facilite que se produzca. La angustia es señal nuevamente que un corte debe producirse para que cese el nuevo ataque.
Con la aplicación de estas clave en el análisis sobreviene una transformación de la "vivencia", sólo Imaginaria, "en experiencia" ésta introduce lo Simbólico y lo enlaza a lo Imaginario para abordar lo Real
Esto también ocurre en los avatares de la cura de cualquier neurótico
Una y otra vez se pierde para el fóbico la eficacia de haber convertido la angustia en señal, es por eso que decía que no se puede dar los lujos de cualquier neurótico. Si no cruza el Rubicón para cada tramo de la cura, la invasión de la angustia vuelve a ser total.
Momento de fuerte compromiso para el analista porque solo sostenido del deseo de analista , y sosteniendo a ultranza el corte que debe realizar el $ con el lugar que debe abandonar ,habrá la chance de que ese movimiento se inscriba como acto. Y acá las cosas con el fóbico se complican. Si toda cura en el momento en el que el analizante debe ceder el objeto se ve en peligro, y la renegación toma toda la escena, al fóbico le cuesta entender que estará más angustiado cuánto más postergue y reniegue.
Siempre supone que no está lo suficientemente preparado para su paso. El sostén de la transferencia se las ve en figurillas para no dejar pasar la oportunidad que además el analizante está dispuesto con su deseo a atravesar y el goce que lo fija a lo de siempre, congelado en la repetición de lo mismo, sin ánimo de continuar.
Pivotear estos movimientos aún si es necesario por fuera del dispositivo analítico, por ejemplo por teléfono, o modificando la frecuencia, subrayando el valor de del análisis como sostén del deseo y no como mandato superyoico, para que el paso se de, es el modo de operar en algún tramo de la cura psicoanalítica que no siempre es privativa del fóbico ni del tratamiento del gran ataque sino que es así el trabajo que propongo para cuando se trata de signos que requieren metaforizarse o del concierto de pregnancias del objeto que interrogan el límite de nuestro acto.
Conclusiones:
1)El sujeto supuesto saber no se instala por la vía de la evidencia de la lectura de la letra sino por la vía de saber hacer con la angustia.
2) el goce que sostiene la renegación se hace así rápidamente evidente porque si ni se avergüenza de lo que es capaz de corromper de la ley para sostener su rédito puede organizar una restitución perversa de la fobia.
3) El relato de estas claves al analizante en cada tramo del análisis, permiten una primera ligadura simbólica que lo entrena a aplicarla para salir de la angustia que ya no es con ataque agudo y sus consecuencias cada vez son más espaciadas y controladas.
4)Mientras lo consigue el analista presta su presencia real para que este simbólico se inscriba, a la vez que hace consistir un imaginario ,en el que se podrá prescindir de la medicación a corto plazo no sin antes imprimirse una hoja de ruta, muchas veces de orden espacial, pero siempre de un nuevo orden, a una angustia desligada, sin texto, que comenzará a entrar en el discurso no sin haber arrojado los significantes de la pulverización subjetiva de la que otrora se padeció..
Esta podría nombrarse una "Intervención en lo Real" como la nombra Isidoro Vegh, una entrada por el registro Real que inscribe la castración, su efecto es Simbólico e Imaginario.
.En cuanto al empalme , no se trata de ligar la angustia a un objeto fobígeno sino de conseguir el efecto sosegador que lo Simbólico produce cuando logra un horadamiento del registro Imaginario como en el caso del "conteo" que describe Lacan en el Seminario "De un Otro al otro". Descongelamiento y nominación de los atributos propios , tributarios del rasgo unario que le otorga consistencia a una posición deseante, efímera, evanescente por momentos, pero que inaugura el renacimiento del sujeto.
Ejercitando lo que aprendimos en las clases anteriores, si luego de esto se habrá atravesado con la cura la barrera del pudor , que yo ,lo entiendo como lo inconfesable del goce por el que paga con tanta angustia ,el empalme fijará los otros dos errores de la estructura. Pero esto es sólo el ejercicio que hago con lo que propuso Isidoro.
Y es para el analista atravesar lo más repugnante del parlêtre, sin esperar figurar en la nómina de los éxitos de su paciente ni en los anales de la historia ,al menos no como objeto a causa de deseo de ese, que pacientemente pagó tanto para seguir gozando un poco más, pero que el Otro le adeudaba un don que la cura inscribió.
NOTA:
(1) Entiendo que la represión originaria para Lacan acontece recién cuando el sujeto se nombra. En el Grafo de la Subversión del Sujeto donde consignamos S(A),en el Nudo borromeo, cuando los tres registros se anudan.
Palabras clave:
Angustia ligada – Angustia no ligada – Fobia – Ataque de pánico – Intervenciones – Síntoma y Signo.