Seminario Sobre Diferencias Diagnósticas en las estructuras clínicas Freudo – Lacanianas. La histeria. Elena Jabif

Escuela Freudiana de Buenos Aires, 2009.

El Dios muerto de la verdad cristiana es rehén de la verdad, lo trágico, el goce de la injusticia, es donde la histeria cree en el padre y testimonia con sus síntomas donde ella es cautivada y convocada a asumir el lugar de la heroína de la tragedia, ahí donde ha sido el fracaso del padre. Lo que la histérica hace , en ese laberinto de identificaciones múltiples, se encuentra confrontada con eso donde Freud tropieza y se pierde, porque interpreta como objeto de deseo a diversas formas de objetos virtuales, ella no se contenta con ese fantasma ella apunta a lo mejor del A, al Otro absoluto que es la señora K, encarnación de la pregunta ¿ que es una mujer?

Tampoco en el fantasma no es la relación del sujeto con el pequeño a, sino con el A, en quien ella cree en forma paranoica, ¿qué soy? Tiene un sentido pleno y absoluto para ella. El falo puesto en ella es velado y cerrado, es un signo fálico que se trata de un juego complicado en el que ella puede deslizarse, ella encuentra el falo del falo imaginario, ella salva al padre ante la Sra. K porque su padre es impotente, pero como ella no es suficiente tiene que hacer intervenir la imagen del Sr. K, al que rechazara hasta el abismo cuando el le diga lo único que no había que decirle “mi mujer no es nada para mi”
Si ella no te la hace parar, ¿para que te sirve?

La señora K se presenta como aquello que su padre puede amar mas allá de ella misma, Dora no sabe lo que es, esta es la dialéctica del orden simbólico, es necesario ese don del falo.


En la relación dual que Dora establece con la otra, es donde alcanza la aspiración narcisista de ser ella misma, la señora k es amada mas allá de ella misma, donde ese ser es amado mas allá de lo que es, el padre suple su impotencia por todos los medios del don simbólico lo que no realiza como presencia viril, hace beneficiar a Dora a partir de beneficios que se reparten entre su amante y su hija, haciéndola participar en esta posición simbólica.

Para reestablecer una relación triangular tiene que ser ante la Madonna en la Capilla Sixtina, uno de los que la adoran igual que la señora K que es el objeto de adoración de todos aquellos que la rodean, y en tanto Dora participa de esta adoración, le es importante que el Sr. K la ame a ella mas allá de su mujer, con la condición de que su mujer sea algo para el, si el dice que su mujer esta mas allá del circuito Dora no puede tolerarlo, así no puede pensarlo como ella misma, en tanto ruptura de esos lazos se ve caída en el rol de un simple objeto, y empieza a reivindicar algo que creía ganado, que es el amor de su padre, lo reivindica en tanto le es rehusado, ella no ha renunciado al falo paterno concebido como objeto de don, no puede subjetivamente recibir de otros hombres el deseo, si esta excluida del orden de la institución y de la ley en un tiempo primigenio, se siente reducida a ser un objeto de abuso sexual, la rebelión da cuenta de la exclusión en un tiempo primigenio del don de la falta paterna.


El ser queda atrapado en la procuración, ese es el motivo de su pasión que la lleva a identificarse con todos los dramas sentimentales. La mitomanía es causa de sustituir el deseo por el falo imaginario, ella prefiere que su deseo sea insatisfecho, y que el otro guarde la llave de su misterio. Identificándose a los dramas del amor, ella se esfuerza en reparar a ese otro.

En el fondo de los fantasmas, síntomas, puntas de emergencia el laberinto histérico desliza con sus mascaras lo que Lacan llama el insulto a la presencia real, la histérica funda su elección homosexual de objeto sobre una matriz imaginaria del yo esta relación narcisista establece el lazo con el prójimo en términos de yo- no yo, los hombres son cristalizaciones posibles de su yo, una histérica ha llegado ha su crisis Edípica, ha podido en parte franquearla y en parte no, toda la observación clínica se apoya en impotencia del padre, Dora no recibe del padre ese don viril simbólico, queda muy ligada en su historia en la etapa de salida del Edipo con accidentes histéricos con manifestaciones de amor por ese padre, en la medida en que aparece herido y enfermo afectado en sus potencias vitales, el amor esta estrictamente ligado a la disminución de ese padre. Lo que es demandado como signo de amores algo que no vale mas que como signo, mayor signo de amor es por lo que no se tiene, es nada por nada, formula de la gratuidad misma.


Una sujeto histérica que recibe el colmamiento posible de todo lo que se puede tener, viniendo de su marido lo que se puede tener, viniendo de un hombre así, un don no tendría ningún valor como signo de amor, en Dios se puede tener ese supuesto estado de plenitud porque en el fondo de toda creencia hay algo que resta, este ser divino lo que le falta como carozo principal del ser es la existencia.

En el fondo de toda creencia en un Otro pleno hay siempre, un resto que hace posible suponer que no existe.

Para Lacan Dora es una verdadera neurosis, esta en una cadena significante al modo de una metáfora perpetua en tanto la señora K es su metáfora, porque Dora no puede decir nada de lo que ella es, porque Dora no sabe donde situarse, ni donde esta, ni a que sirve, ni para que sirve el amor. 


Simplemente sabe que el amor existe y encuentra una historización en la cual encuentra su lugar bajo la forma de una pregunta, centrada en el contenido de sus sueños, también en sus síntomas se interroga que es ser una mujer, esos sisíntomas son significantes, pero bajo ellos corre un significado perpetuamente móvil, ese es el resorte de su interés que sostiene su enigma, es en tanto metafórica que la neurosis toma su sentido , en toda metáfora hay un borde real que Freud reintroduce en la metáfora, al Sr. K normativizando las significaciones, falso embarazo de Dora, cree en sus 9 meses porque ella lo dice, encontramos una copula simbólica ratificada por el deseo del analista el orden simbólico de manera metafórica, el síntoma es una tentativa de alcanzar lo que es la ley de los intercambios simbólicos con el hombre al cual se une o se desune.

El androcentrismo sostenido en la teoría de Levi - Strauss en las estructuras elementales de parentesco, las mujeres se intercambian como objetos entre las líneas masculinas, ellas entran en ese intercambio a condición de recibir ese falo simbólico, que les permite introducirse en esa genealogía simbólica patronímica, pero asimismo es estéril porque las convence al modo de Dora de una posible fecundidad natural.

Dora hasta el presente momento que se le cae el cuadrilátero advierte de manera inestable ser un simple y puro objeto del padre y del Sr. K, se cae de la certidumbre del amor del padre, este es el tiempo donde lo reivindica exclusivamente en tanto le es rehusado ese amor totalmente.

Homosexualidad femenina,


Ella es homosexual y ama como un hombre, en la primera etapa estaba el padre en el lugar del gran Otro, esta a nivel del amor ella toma la posición masculina.

En el inconsciente de ésta homosexual, es la certeza de la promesa del padre, tu tendrás un niño de mi, hay una entrada en el Edipo con una rivalidad aplastante de la madre, quien esta presente en tanto ella arranca a la hija de la atención del padre, introduce ese elemento de frustración real que es determinante de la constelación perversa, una diferencia con la histeria es que aquí la hija la introduce a la dama, ella le puede demostrar al padre al modo del A.O que se puede amar a una mujer por lo que tiene pero fundamentalmente con exaltación y desinteresadamente amarla por lo que no tiene, porque ese pene simbólico ella sabe que no se encuentra en la dama sino que le pertenece al padre, sin duda el es potente.

Lacan avanza claras palabras situar su posición en el tiempo pre - edípico diciendo que esta joven es perversa porque cuando quiere hacerle entender al otro su demanda solo avanza por la vía de contrastes, por continuación, por metonimia, hacer entender algo hablando de otra cosa, este es fundamento de la perversión en lo imaginario, entra la fabulación, el arte del realismo no tiene ningún tipo de sentido, una novela echa de pequeños trazos que no quieren decir nada, no tienen ningún valor, la función de la perversión es metonímica. 


La instauración de esta estructura, la articulación esencial de la relación de su génesis con el complejo de castración, muestra diferencias en lo que es la relación con el objeto de amor , y la relación de frustración del objeto, son dos relaciones diferentes , el amor en Dora se transfiere por una metáfora al deseo, que se engancha a este objeto como ilusorio, en cambio en la perversión la constitución de este objeto es metonímica es un punto en la cadena de la historia, donde ella se detiene, comienza un mas allá constituido por el sujeto, en el signo, donde el velo es lo mas preciado para el sujeto, la cortina es lo que permite una de las relaciones humanas mas importantes con el mundo, la cortina delante de algo es lo que permite imaginar mejor el amor, con la presencia de la cortina lo que esta mas allá como falta tiende a realizarse como imagen, sobre el velo se pinta la ausencia, la cortina toma su valor y su ser y su consistencia de ser justamente eso sobre lo cual se imagina la ausencia, es el ídolo de la ausencia, es la expresión metafórica para explicar la relación con el hombre de todo lo que lo cautiva, la ilusión fundamental es que el hombre idolatra su sentimiento de amor a esa nada, que esta mas alla de su objeto de amor

En la relación perversa es una forma elevada del fetiche, donde la dimensión histórica que fija al fetiche se proyecta sobre ese velo, es ese objeto que ella tiene y no tiene en el juego ausencia presencia, es el momento donde la rememoración de la historia se detiene, el recuerdo encubridor es una interrupción de la historia en esa instantánea. En el fetiche sobre el cual gira la vida erótica del sujeto, el objeto fascinante es inscripto sobre ese velo, esto le da al sujeto cierto movimiento de libertad.
Seminario de la Angustia
El objeto a es el centro del aforismo donde la angustia no es sin el, la angustia es su unica traduccion subjetiva.
Otro aforismo es que participa de la formula del fantasma como soporte del deseo
Sirve pensar un exterior antes de cierta interiorizacion antes de que el sujeto en el lugar del Otro se capte en x, en la forma especular que introduce para el yo- no yo.La nocion de causa pertenece a esa exteriorizacion, antes de toda interiorizacion.

En la perversion el fetiche revela la funcion del objeto como causa,el fetiche causa el deseo, no hace falta que ella lo lleve puesto, la condicion es que este en los alrededores para que se sostenga el deseo, en la angustia hay una interrupcion del sosten de la libido.

A nivel del yo , en el nivel del inconsciente se situa el a, en ese nivel el sujeto es a, el deseo es sadico cuando le impone hasta el limite de su division el sufrimiento que puede padecer en su cuerpo, busca a traves de su beance, con la intencion sadica , su angustia que da cuenta de su existencia esencial como sujeto, esto es lo que el sujeto sadico hace vibrar.

La estructura de este deseo es homologa a lo que Kant llamo condicion de ejercitar la razon pura y practica de una voluntad moral, relacionarse con un puro bien moral. Lacan plantea que todas las condiciones para que se cumpla ese deseo implica un acto que tenga las condiciones del rito, el protagonista no sabe lo que busca, y que es como puro objeto, subrayo fetiche negro donde el sadico busca obteniendo por la via del dolor la angustia del otro, el agente del deseo sadico se realiza como fetiche negro para otro supremo de maldad, una forma petrificada con la elaboracion en el curso de las generaciones.

El masoquista declara abiertamente su encarnacion como objeto, siempre hay un contrato al cederlo, al intercambirlo con otros objetos ,al identificarse con objeto comunes pasa a ser objeto de intercambio, busca el camino de aprehenderse por lo que el es, en tanto como todos el es un a. Esto es imposible, pero porque les interesa tanto ese reconocimiento de ser un objeto comun de intercambio, cuales son las conjunciones estructurales

El masoquista llega a su identificacion de objeto lo mismo que el sadico , presentandose sobre una escena, sobre esa escena el sadico no se ve identificado al objeto solo ve el resto, tambien el masoquista se ve como objeto del propio deseo, el superyo participa de ese objeto como causa.


Si el deseo y la ley eran lo mismo, es que tienen el mismo objeto comun, lo pone en marcha el mito de Edipo, en el origen del deseo esta el deseo del Padrey la ley que son una misma cosa y tienen una relacion tan estrecha que solo la funcion de la ley traza el camino del deseo, en tanto que deseo de la madre y para la madre, es identico a la funcion de la ley. En la medida en que la prohibe, la ley impone desearla, despues de todo la madre no es el objeto mas deseable.